JERUSALEN.- El Primer Ministro israelí Ehud Barak atacó este lunes a su predecesor y posible rival en las próximas elecciones, Benjamin Netanyahu, denunciándolo como un fracaso total en su primer gobierno que sólo ofrece "retórica hueca".
Barak ante una reunión de legisladores del Partido Laborista, declaró hoy que la única alternativa para Israel era llegar a un acuerdo con los palestinos y "cualquier otra cosa no es más que retórica hueca", en aparente alusión a Netanyahu. "¿Quién recuerda los primeros 18 meses del gobierno anterior?", preguntó Barak, mencionando una serie de escándalos que estremecieron al gobierno de Netanyahu.
El gobierno de Netanyahu de 1996-99 se caracterizó por fricciones con los palestinos, pero muchos israelíes ahora le dan la razón afirmando que las gestiones de paz de Barak han fracasado y que la seguridad de Israel está en peligro. Barak renunció ayer para buscar la reelección y horas después Netanyahu anunció su candidatura y pidió al parlamento que aprobara legislación que le permita competir en la elección.
La renuncia de Barak lanzó a la nación a una repentina campaña electoral, y el conservador Netanyahu se unió con celeridad al reto, incluso en el caso de que sea imposible su elección, por cuestiones técnicas legales.
"Presento hoy mi candidatura como Primer Ministro y líder del partido Likud", señaló Netanyahu en una conferencia de prensa. Al convocar a una elección especial para febrero, Barak, quien está bastante por debajo de Netanyahu en las encuestas de opinión, aprovechó la ley que evita que el ex Primer Ministro se postule porque no es miembro o candidato a miembro para el parlamento.
La renuncia de Barak abre sólo la posibilidad de una elección especial para Primer Ministro. Con esto, reemplazó el plan previo de convocar a elecciones generales en la primavera que habrían permitido a Netanyahu presentar su candidatura para primer ministro al tiempo que como para miembro del parlamento. Netanyahu denunció a Barak por lo que denominó "el truco más cínico en la historia de la nación".
Apeló directamente a los parlamentarios: "Permitan que el pueblo escoja a un nuevo liderazgo para reemplazar a aquellos que han quebrantado la situación".
Barak permanecerá en su cargo hasta las elecciones y fue nominado nueva y formalmente candidato del Partido Laborista sólo horas después de su renuncia. Sin embargo, enfrentará una difícil batalla para la reelección. La actual violencia entre palestinos e israelíes ha costado más de 300 vidas y ha vuelto a la opinión pública hacia partidos de derecha como el Likud.
Pero todavía no se sabe quién sería el candidato de ese partido. El actual líder del partido Likud, Ariel Sharon, va a la par con Barak en las encuestas de opinión, mientras que Netanyahu, ex líder del partido, lleva una ventaja de dos dígitos sobre Barak, brecha que ha ido aumentando a medida que la violencia se intensifica.
Netanyahu criticó la política Barak de compromiso con los palestinos y lo acusó de "transmitir debilidad" y provocar más de dos meses de violencia en Israel. Sin dar detalles, Netanyahu dijo que él lograría una "paz fría" con los vecinos de Israel, con base en la reciprocidad y la seguridad.
