BOGOTA.- El jefe de la guerrilla colombiana de las FARC, Manuel Marulanda ('Tirofijo'), señaló en una entrevista difundida este miércoles que su grupo no acepta modificaciones al manejo de la 'zona de distensión' del sur del país y retó al Gobierno a evaluar ese esquema de paz "para mantenerlo o acabarlo".
"El Gobierno debe evaluar. Si el proceso ha sido útil, hay que mantenerlo, incluyendo la zona de 'despeje' (de 42.000 km2) y, por el contrario, si no ha servido para nada, hay que acabarlo", dijo Marulanda en una entrevista con el semanario comunista Voz, reproducida por el matutino El Tiempo.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) creen que "es necesario mantener" el proceso de paz, añadió el jefe guerrillero. Según El Tiempo, 'Tirofijo' efectuó la declaración a Voz el 4 de diciembre, dos días antes de que Pastrana prorrogara hasta el próximo 31 de enero la vigencia legal de la zona desmilitarizada y señalara que lo hizo para "darle una nueva oportunidad a la salida negociada del conflicto" con los rebeldes.
La dirigencia guerrillera anunció el sábado último que mantiene la decisión que tomó unilateralmente el 14 de noviembre de 'congelar' el diálogo de paz, alegando que el Gobierno no combate a los paramilitares de ultraderecha, enemigos acérrimos de los insurgentes. Marulanda dijo a Voz que Pastrana "debe respetar la palabra empeñada (de desmilitarizar la región), que fue la base para instalar la mesa del diálogo (en enero de 1999)".
"El 'despeje' fue el primer acuerdo concreto del actual proceso. Es algo concertado y no aceptamos modificaciones para satisfacer los caprichos del militarismo, la derecha y de los 'gringos' (estadounidenses)", enfatizó 'Tirofijo'. Los jefes del Ejército señalaron el martes que la zona desmilitarizada "no tiene razón de ser si se mantienen 'congeladas' las conversaciones" y que las tropas están preparadas para retomar "hoy o mañana" el control de esa región, bajo dominio guerrillero desde noviembre de 1998.
Las FARC han advertido que el fin de la desmilitarización supondrá la guerra total en Colombia, lo que Pastrana se ha negado tajantemente a permitir. El ministro del Interior, Humberto de la Calle, acusó a los rebeldes de estar dilatando el reinicio del proceso de paz "con disculpas que nadie cree" y de haber perdido el ideal revolucionario para dedicarse, en cambio, a cometer ataques dinamiteros en poblados campesinos.
