TOKIO.- Japón reiteró hoy su posición de que el depuesto presidente peruano Alberto Fujimori no puede ser sujeto a extradición, y desestimó la posibilidad de que surgieran sentimientos antijaponeses en Perú.
"El gobierno japonés no puede entregar ningún nacional japonés a otros países", dijo Kazuhiko Koshikawa, subsecretario de prensa del Primer Ministro Yoshiro Mori. Por otra parte, Japón y Perú no mantienen tratado de extradición.
Koshikawa dijo que Japón no ha recibido ningún pedido del gobierno peruano de que entregarle a Fujimori, quien se encuentra en Japón desde mediados de noviembre.
El gobierno japonés anunció oficialmente la semana pasada que Fujimori, de 62 años, posee la ciudadanía japonesa, por lo que puede permanecer en su territorio por tiempo indefinido.
La decisión indignó a ciertos sectores peruanos, donde las autoridades que depusieron a Fujimori investigan las conexiones del ex presidente con su ex colaborador Vladimiro Montesinos. Este es buscado por cargos de lavado de dinero y tráfico de influencia.
Fujimori, que negó toda acción impropia, podría ser encausado si regresa a Perú.
La cancillería japonesa emitió hoy una advertencia a sus ciudadanos que viajan a Perú, sobre "la posibilidad de que sean objeto de algún perjuicio".
Esto fue precedido por una manifestación de protesta frente a la embajada de Japón en Lima, dijo una fuente.
Koshikawa añadió que la protesta fue de poca importancia y el gobierno japonés "no está gravemente preocupado por la situación existente en Perú" en cuanto a la seguridad de los japoneses.
Hasta el momento se mantiene la calma y Japón le solicitó a Perú que tomara las necesarias medidas de seguridad, añadió Koshikawa.
Fujimori anunció el mes pasado desde Tokio su renuncia a la presidencia de Perú. El congreso peruano lo depuso en ausencia, declarándolo incompetente para gobernar.
