LONDRES.- La reina Isabel II de Inglaterra salió hoy a enfriar los ecos de la polémica conversación que mantuvo su nuera Sofía -la condesa de Wessex, esposa del príncipe Eduardo-, con un periodista disfrazado de jeque árabe.
Después de días de reflexión y de intensas reuniones con sus consejeros, la soberana decidió finalmente intervenir para defender el honor de los Windsor, amenazados por las polémicas declaraciones de Sofía, que generaron gran malestar en el Palacio de Buckingham.
Isabel II decidió cuestionar la conducta de la prensa y castigar de hecho a la imprudente Sofia prometiendo que estudiará una suerte de código de comportamiento para evitar la sospecha de que alguno de su familia emplee el estatus de realeza para hacer negocios.
La intervención de la monarca llegó una semana después de conocer el domingo pasado la noticia de que Sofía cayó en la trampa del diario dominical News of the World, que publicó los indiscretos comentarios sobre la realeza y políticos a un periodista disfrazado de jeque árabe que se presentó como un potencial y rico cliente para su agencia de relaciones públicas.
Sofía en sus declaraciones no ahorró críticas hacia el primer ministro británico, Tony Blair, a quien acusó de comportarse como si fuera presidente y fustigó porque "no entiende nada del mundo rural".
Además, ironizó sobre su esposa, Cherie, quien -opinó- "continúa trabajando porque sabe que el gobierno laborista no durará mucho".
Según el diario -de tinte sensacionalista-, la nuera de Isabel II también habló sobre el ministro de Hacienda y Tesoro Gordon Brown, y sobre el líder de la oposición William Hague, a quienes les reconoció "cierta inteligencia", pero afirmó que "no saben hablar y parecen deformes".
Con respecto a la realeza, Sofía llamó a la reina "vieja" y anunció que Camila Parker y el príncipe Carlos -el heredero de la corona- no se casarán "hasta que la anciana señora no muera", en alusión a Isabel II.
Declaración del Palacio de Buckingham
La declaración pública emitida por el Palacio de Buckingham dice textualmente:
"La Reina ha discutido con la Condesa de Wessex los temas surgidos de la cobertura periodística de esta semana. Su Majestad acepta que pese a las dificultades de los últimos días, tanto el Conde como la Condesa comprensiblemente quieren seguir carreras laborales y tienen completo apoyo para hacerlo. No es una opción fácil y ellos exploran terreno desconocido, pero es correcto en estos días y a esta edad que se les permita hacerlo.
"Al seguir sus carreras ellos estarán siempre expuestos a acusaciones de explotar su estatus real en beneficio de sus propios intereses. Tanto el Conde como la Condesa niegan vigorosamente que lo hayan hecho de manera deliberada. La Reina deplora las trampas, subterfugios, insinuaciones y mentiras de los que el Conde y la Condesa han sido objeto en días recientes.
"La Reina reconoce que siempre ha habido y siempre habrá problemas verdaderos en relación con la necesidad de asegurar que los intereses de la realeza y de los negocios personales no choquen cuando miembros de la Familia Real siguen sus propias carreras. Formas de abordar y evitar esos potenciales conflictos de interés deben ser estudiadas a la luz de este episodio, y esto se hará en las próximas semanas. Mientras esto se efectúa, la Condesa de Wessex ha sugerido, y la Reina ha estado de acuerdo, en que la Condesa abandone su cargo de presidenta de R-JH, mientras los temas relacionados con la compañía son abordados."
