CUIABA.- Quince personas murieron, veinte permanecen desaparecidas y otras 20.000 resultaron damnificadas como consecuencia de la mayor tormenta en tres décadas que azotó Cuiabá, capital del estado de Mato Grosso, región centro-oeste del país.
El violento temporal comenzó el martes por la noche y, en pocas horas, el agua inundó por completo siete barrios de la periferia de Cuiabá, donde las calles se transformaron en ríos que arrastraban a su paso vehículos y distintos objetos.
Los socorristas y la Defensa Civil debieron recurrir al uso de helicópteros para rescatar a cientos de habitantes, que se refugiaron en los techos de sus viviendas, cubiertas también por las aguas, cuya fuerza llegó a arrancar de cuajo la capa asfáltica de las calles.
De acuerdo con el coordinador de Defensa Civil, Domingos Iglesias, la mayoría de las víctimas son "personas cuyas casas fueron invadidas por fuertes corrientes de agua surgidas no sólo por la copiosa lluvia sino también por el desborde de los ríos".
El alcalde Roberto Franca admitió que la situación en la ciudad es "grave" y anticipó que pedirá recursos federales para atender a las víctimas y reparar los daños.
Se calcula que 5.000 casas fueron invadidas por las aguas y varias de ellas, incluso, se derrumbaron. Cifras oficiales indican, además, que cerca de 500.000 personas se encuentran sin sin agua potable.
