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Marcha protestante en Irlanda del Norte bajo férrea vigilancia

No hubo incidentes cuando los manifestantes pasaron por la iglesia católica de San Juan Bautista a inmediaciones de Garvaghy Road, dirigiéndose hacia un cordón de seguridad montado por tropas británicas que tendieron alambre de púas y vallas metálicas para impedir el ingreso al enclave católico.

08 de Julio de 2001 | 08:46 | AP
DRUMCREE.- Los protestantes de Irlanda del Norte iniciaron el domingo su controversial desfile de Drumcree bajo una férrea vigilancia y la prohibición, por cuarto año consecutivo, de ingresar en un enclave católico.

No hubo incidentes cuando los manifestantes pasaron por la iglesia católica de San Juan Bautista a inmediaciones de Garvaghy Road, dirigiéndose hacia un cordón de seguridad montado por tropas británicas que tendieron alambre de púas y vallas metálicas para impedir el ingreso al enclave católico.

Unos 2.000 miembros de la Orden de Orange desfilaron y sus líderes vistieron la tradicional indumentaria, con bandas color naranja y sombrero de bombín negro, mientras las bandas interpretaban himnos religiosos. Los líderes de la marcha también portaban emblemas y banderas británicas.

La marcha coincide con una crisis en el proceso de paz iniciado por el Acuerdo del Viernes Santo de 1998 y con el trasfondo de la muerte a balazos de un joven católico, el miércoles pasado, por un grupo clandestino probritánico.

Pero las autoridades confiaban en que la moderación prevaleciera durante la marcha, que en algunos años anteriores ha generado disturbios.

Una banda de acordeones liderando el desfile, el más controversial durante la temporada anual de marchas que celebra antiguas victorias protestantes contra los católicos, paró de tocar cuando los participaron pasaron ante la iglesia, su paso marcado por el redoblar marcial de los tambores.

Prevalecía una incierta calma, con pequeños grupos de católicos apostados en los terrenos de la iglesia y en una calle detrás de la protección de las vallas de concreto y el alambre de púas instalados el sábado por los soldados.

Protestantes y católicos se observaban, en silencio, a través de una distancia de aproximadamente 50 metros.

Pero un pequeño grupo de manifestantes probritánicos que portaba una bandera y que seguía al grueso de la marcha intercambió insultos con jóvenes católicos a través del cordón de seguridad.

``No nos hemos marchado, seguimos aquí'', dijo una mujer rubia, de mediana edad, entre el grupo que no era parte de la marcha oficial.

``Cuatro a cero'', ripostó un joven católico, refiriéndose al hecho de la prohibición de ingreso al enclave católico durante cuatro años consecutivos.

Los manifestantes protestantes comenzaron el desfile desde la vecina población de Portadown, a poco más de tres kilómetros de distancia.

Tras pasar por la iglesia católica de Drumcree, pararon para asistir a un servicio religioso en el templo protestante de la parroquia local.

Las autoridades han prohibido a la tenazmente probritánica Orden de Orange el ingreso al enclave católico aledaño a Drumcree y montaron una masiva operación de seguridad para impedir enfrentamientos con cientos de policías y tropas.

Los miembros de la Orden de Orange dijeron que no vulnerarían la prohibición y que se limitarían a efectuar una marcha pacífica.

Pero las fuerzas de seguridad erigieron barricadas de acero y tendieron alambre de púas en torno a Drumcree el sábado, para prevenir que, como en años anteriores, algunos de los manifestantes probritánicos provocaran disturbios.

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