ROMA.- Los turistas podrán volver a visitar a partir de mañana jueves las laderas del Etna (isla de Sicilia), donde la situación se mantiene tranquila, según el parte emitido hoy por el Instituto de Vulcanología de Catania.
El volcán, de 3.340 metros de altitud, prosiguió hoy con la calma que mantiene desde hace una semana y que, según los expertos, puede significar el fin de su actividad de erupción, fase en la que entró hace unos veinte días.
La tranquilidad ha traído consigo la reanudación de las visitas turísticas guiadas, tanto para grupos como individuales, que son una de los principales fuentes de ingresos de las localidades situadas en las laderas del Etna.
Los turistas podrán acceder en autobuses hasta una altitud de 1.900 metros en la cara sur del volcán, desde donde se goza de una magnífica panorámica de sus distintas bocas activas con total seguridad.
"La operación -llamada 'Etna de cerca'- supone un regreso a la normalidad tras la emergencia que ha golpeado duramente la economía del Etna", ha afirmado hoy el presidente de la Provincia de Catania, Nello Musumeci, al presentar la iniciativa en Catania.
Para Musumeci, la reanudación de las visitas intenta satisfacer a los operadores turísticos de la costa oriental de la isla, que en días pasados se lamentaron de las cancelaciones de reservas que habían sufrido debido a la "imagen catastrófica" dada por los medios de comunicación de la erupción volcánica.
A este respecto, el parte de los vulcanólogos señala que hoy los cráteres situados a 2.550 metros de altitud -que en días pasados amenazaron con sepultar el refugio turístico "Sapienza"- ya no vomitan lava y tampoco emiten cenizas y gases volcánicos.
Los únicos que prosiguen con una débil actividad son los situados a 2.700 y 2.100 metros, pero las coladas se mueven lentamente y sólo recubren las de días anteriores, sin ser ya una amenaza para el pueblo más cercano, Nicolosi.
