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Buenos Aires amaneció en calma y con fuerte vigilancia policial

La policía acordonó esta mañana la Plaza de Mayo, frente a la cual se alza la sede gubernamental, impidiendo el tránsito de vehículos. En ese lugar el nuevo Presidente peronista Eduardo Duhalde será oficialmente investido de su cargo.

02 de Enero de 2002 | 10:06 | AP
BUENOS AIRES.- La ciudad de Buenos Aires amaneció hoy en calma, pero con fuerte vigilancia policial, después de los "cacerolazos" de protesta protagonizados anoche por miles de vecinos en distintos barrios, disconformes con la designación del nuevo Presidente peronista Eduardo Duhalde.

Al continuar con una modalidad que se inició el 19 de diciembre, y que provocó al día siguiente las renuncias del entonces presidente Fernando de la Rúa y de su ministro de economía Domingo Cavallo, sectores predominantemente de la numerosa clase media urbana se volcaron a las calles golpeando cacerolas y toda clase de objetos sonoros.

Las protestas se acompañaban con gritos de repudio a la clase política argentina de todas las tendencias, a la que se resposnabiliza por una crisis económica y social sin antecedentes, que ha colocado a la Argentina en su más crítica situación en los últimos 100 años.

En la noche del martes las demostraciones comenzaron poco después de que la Asamblea Legislativa designara a Duhalde para completar el período presidencial de De la Rúa, hasta diciembre de 2003.

No se produjeron los violentos incidentes que en las últimas semanas siguieron a los "cacerolazos", provocados por pequeños grupos de indefinida filiación política, que realizaron saqueos, destrozos e intentos de incendiar la Casa de Gobierno y el Congreso Nacional.

La policía acordonó esta mañana la Plaza de Mayo, frente a la cual se alza la sede gubernamental, impidiendo el tránsito de vehículos. En ese lugar Duhalde será oficialmente investido de su cargo por el titular de la cámara de diputados, Eduardo Camaño, a cargo del Poder Ejecutivo desde la renuncia el domingo del ex presidente interino Adolfo Rodríguez Saá.

Similares medidas de vigilancia se advertían el miércoles en derredor del Congreso Nacional, del Palacio de los Tribunales y otras sedes gubernamentales.