JERUSALEN.- El líder palestino, Yasser Arafat, afirma -en declaraciones a un diario independiente de Tel Aviv- que el Primer Ministro israelí, el derechista Ariel Sharon, "se comporta como un dictador en relación con todo el mundo".
Pero "yo soy un general árabe que jamás ha sido derrotado", afirma Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), en declaraciones al diario israelí "Yediot Ajronot", y en alusión a líderes militares árabes como los de Egipto, Jordania y Siria, entre otros, que perdieron guerras frente a Israel.
Arafat dice también -desde la ciudad cisjordana autónoma de Ramala en la que está confinado- que él no elige al Primer Ministro de Israel, sino que respeta a todos, y recuerda que mantuvo negociaciones con los laboristas Isaac Rabin, Simón Peres y Ehud Barak, y con el derechista Benjamín Netanyahu, "y ahora con Sharon".
"No sé quién vendrá después de Sharon, pero seguiré negociando también con él", añade Arafat en una referencia irónica al hecho de que el actual Primer Ministro israelí busca abiertamente un sucesor al líder palestino.
"Yo intercambio mensajes con el presidente Bush, Colin Powell, su secretario de Estado, me llama por teléfono, congresistas vienen a mi oficina de Ramala, ’Abu Alá’ (apodo del presidente del Parlamento palestino, Ahmed Qurea) es invitado a EEUU; ¿a eso llaman aislamiento?", se pregunta Arafat en alusión a la decisión de Sharon de confinarlo y aislarlo.
En cuanto a la actual crisis entre palestinos e israelíes, que dura más de dieciséis meses, el presidente de la ANP declara que "la pelota está ahora en el tejado de Israel; yo he cumplido mi parte".
Y manifiesta al diario israelí, el de mayor tirada en el país: "Yo no tengo problemas con los judíos; los que quieran vivir con nosotros recibirán la nacionalidad palestina; los judíos, después de todo, son nuestros primos", señala Arafat, al parecer pensando en los colonos israelíes que viven en Cisjordania y Gaza.
Arafat y el pueblo palestino del que es líder desde hace casi cuatro décadas, aspiran a establecer su futuro Estado independiente en Cisjordania y Gaza -donde actualmente viven unos 200.000 colonos en más de 150 asentamientos judíos-, con capital en Jerusalén Este.
Como anécdota, Arafat cuenta que "de niño, solía pasar el día en el Muro de las Lamentaciones" del casco antiguo de Jerusalén Este -cuyo barrio es uno de sus supuestos lugares de nacimiento, aunque también se menciona la franja de Gaza-, y aseveró que tiene amigos judíos.