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Bush y Blair analizarán situación de Medio Oriente

El Presidente norteamericano y el Primer Ministro británico se reunirán durante la cumbre de los países industrializados que se realiza en Canadá.

26 de Junio de 2002 | 07:56 | EFE
LONDRES.- El Gobierno británico, aliado eterno de Estados Unidos, se ha distanciado de Washington sobre la política de Medio Oriente, al considerar que Yasser Arafat es el líder democráticamente elegido por los palestinos.

El Primer Ministro británico, Tony Blair, se reúne hoy con el Presidente estadounidense, George W. Bush, de modo privado durante la cumbre del Grupo de los Ocho en Canadá precisamente para analizar la situación en Medio Oriente y la reacción de Londres al plan de paz de Washington.

Todos los ojos estarán pendientes de lo que ambos dirigentes tengan que decirse en esa reunión: se trata de la primera ocasión en que Londres y Washington están en desacuerdo públicamente desde el comienzo de la segunda ’’intifada’’ palestina en septiembre.

Desde que Bush hizo público el lunes el plan de paz en el que supeditaba la creación de un Estado palestino a la salida de Yasser Arafat al frente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Blair ha rechazado respaldar esta última premisa.

Y desde el mismo avión que le transportaba a Kananaskis, en Canadá, para asistir a la cumbre, el primer ministro insistió en que los palestinos ’’deben elegir sus propios líderes; pero necesitamos interlocutores con los que podamos trabajar en serio, en concreto en los asuntos de la seguridad y antiterrorismo’’.

Aunque Blair ha subrayado que da la bienvenida al plan de paz, en privado sus funcionarios han admitido su decepción con una propuesta estadounidense que parece renunciar a la prevista conferencia de paz para Medio Oriente.

Entre las críticas extraoficiales de Londres al plan Bush también destaca la falta de un calendario claro para la creación de un Estado palestino, la carencia de un llamamiento para la retirada israelí de Cisjordania y la ausencia de iniciativas para enviar supervisores internacionales a Medio Oriente.

Y la prensa británica cita hoy a miembros del Ejecutivo molestos por las divisiones dentro de la Administración estadounidense sobre la estrategia a seguir en Medio Oriente.

En una declaración ante la Cámara de los Comunes, el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, también rechazó ayer apoyar la salida de Arafat.

Aunque le criticó por haber rechazado planes previos de paz, Straw subrayó: ’’trabajamos con los líderes electos y, en el caso de regímenes dictatoriales, aquellos que no lo son, y si el presidente Arafat fuera elegido de nuevo por la ANP colaboraríamos con él’’.

Pese a ello, el primer ministro y su portavoz han rechazado que el desacuerdo tenga el carácter de un enfrentamiento entre Londres y Washington.

’’No creo que haya diferencias reales para nada. Todos queremos a alguien con quien poder negociar en el lado palestino’’, señalo Blair.

Y el portavoz oficial del primer ministro insistió en que porque Londres y Washington ’’no estén usando exactamente las mismas palabras’’ no quiere decir que el Reino Unido no acepte de buen grado la iniciativa estadounidense.

Según la oficina de Blair en el número 10 de Downing Street, el discurso de Bush representó ’’una contribución meditada’’ al proceso de paz para Medio Oriente.

’’La clave es que tiene que haber alguien que pueda representar los puntos de vista del pueblo palestino, que pueda asumir sus objetivos y que pueda cumplirlos’’, agregó el portavoz del primer ministro británico.

El presidente de la comisión de Asuntos Exteriores en la Cámara de los Comunes, Donald Anderson, afirmó que existe una clara diferencia entre EEUU y el Reino Unido y, en referencia al plan Bush, afirmó que ’’es una doctrina peligrosa, incluso impertinente, decirle a una parte implicada en el conflicto que insistimos en que sustituyan a su líder’’.

El plan de paz para Medio Oriente será uno de los principales asuntos que debatan los líderes del G8 -EEUU, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Japón, Italia y Rusia- en su reunión de dos días en Kananaskis.

Otros dirigentes mundiales han rechazado dar su aprobación a los llamamientos para la sustitución de Arafat.

Así, el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, afirmó que ’’el pueblo palestino será el único que decida quién es su líder legítimo’’, mientras que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, dio la bienvenida a la idea de un Estado palestino pero se abstuvo de hacer comentarios sobre la sustitución de Arafat.