WASHINGTON.- Ansioso de desembarazarse de una imagen proempresarial que se ha convertido en una carga tras una ola de escándalos de contabilidad, el Presidente estadounidense, George W. Bush, da los toques finales a nuevas medidas para penalizar las irregularidades corporativas.
Bush anunciará el martes su visión en un discurso en Wall Street dirigido a restaurar la confianza de los inversionistas, desvastada por el escándalo del gigante de las telecomunicaciones WorldCom Inc. y otras firmas de alto vuelo, que han despedido a miles de empleados y perdido gran parte de su valor.
Se espera que Bush se reunirá el lunes con sus principales asesores de la Casa Blanca para redondear la propuesta, que según fuentes republicanas incluirá nuevas condenas para los gerentes y directivos de compañías que emitan declaraciones financieras intencionalmente engañosas.
Actualmente, estos directivos sólo se enfrentan a multas y otras penalidades civiles.
Al asumir una línea más dura en público contra los delitos corporativos, el primer presidente estadounidense con una maestría en negocios espera distanciarse políticamente de ciertos directivos cuyas grandes donaciones pudieron haber ayudado a financiar su campaña presidencial del 2000.
La firma energética Enron, actualmente en bancarrota, fue uno de los mayores contribuyente de Bush.
Los republicanos temen que los estrechos vínculos con los grandes negocios puedan afectarlos en las elecciones legislativas de noviembre próximo. Los demócratas han acusado a Bush y sus colaboradores republicanos de impulsar políticas que favorecen a la avaricia corporativa y perjudican a los empleados y los inversionistas.
La propia conducta de Bush como empresario fue cuestionada desde que un memorando interno de la Comisión de Valores de Bolsa detalló su retraso de 34 semanas para reportar ventas de acciones de más de 1.000 millones de dólares cuando era director de Harken Energy Corp. hace más de una década.
La Casa Blanca teme además las consecuencias políticas de una investigación de las prácticas de contabilidad de Halliburton Co., la compañía energética dirigida por el vicepresidente Dick Cheney de 1995 al 2000.