TEGUCIGALPA.- Las tensiones entre Honduras y Nicaragua han aumentado en las últimas semanas por un diferendo sobre sus fronteras marítimas y la decisión del gobierno de Managua de realizar concesiones de exploración petrolera en aguas del Caribe que los hondureños consideran como suyas.
El Presidente hondureño Ricardo Maduro admitió la noche del miércoles, en una cadena de radio y televisión, que no asistió a un acto para inaugurar un puente en la frontera común con Nicaragua en Guasaule, al que sí llegó el Presidente nicaragüense, Enrique Bolaños, para enviarle a su colega un mensaje: "no estamos contentos con la forma que ustedes han llevado esta relación".
El problema entre las dos naciones más pobres de Centroamérica empezó el 30 de noviembre de 1999, cuando Honduras ratificó un tratado de límites en el Caribe con Colombia que según Nicaragua le cercena 130.000 km2 de su plataforma continental.
El 1 de diciembre de ese año, Nicaragua impuso un arancel del 35% a los productos hondureños y el 8 de diciembre presentó una demanda contra Honduras ante la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya (Holanda).
Honduras anunció la semana anterior que adoptaría represalias contra Nicaragua porque ha pasado mucho tiempo sin que se solucione el problema del arancel del 35%, mientras que las autoridades nicaragüenses amenazaron con una denuncia ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo que, nuevamente, ha elevado las tensiones entre los dos países.
El Presidente hondureño subrayó que Bolaños es su amigo pero criticó que "no ha sido totalmente consecuente" con la idea de suspender el arancel que afecta a los industriales hondureños.
Según la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), 54 empresarios han dejado de exportar mercancías por 210 millones de dólares a Nicaragua y tres industrias han quebrado, dejando 3.600 trabajadores sin empleo, a causa de ese arancel.
La situación llegó a un nivel de tensión que ambos países tuvieron que bajar los riesgos de enfrentamientos bélicos con la mediación de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Honduras alega que el paralelo 15 es la frontera con Nicaragua, límite que fue aceptado por los dos países en 1928, pero en 1980 Nicaragua reclamó que su propiedad se extiende hasta el paralelo 17 y fue allí comenzó el diferendo.
El canciller hondureño, Guillermo Pérez, aseguró que la reunión de cancilleres centroamericanos que se realizará el próximo viernes en San José de Costa Rica podría ayudar a aliviar las tensiones entre los dos países si no se convierte en un "diálogo de sordos".
Si bien el tema no figura en la agenda oficial, el canciller dijo que "si se da esa oportunidad (de acercamiento) no la rehuiremos y con mucho gusto la buscaremos".
Otro tema que ha subido la tensión entre ambas naciones surgió en julio pasado, cuando Nicaragua abrió licitaciones para que compañías internacionales exploren petróleo en su territorio y en aguas del Caribe, lo que causó el malestar del gobierno hondureño que envió sendas protestas.
Honduras criticó esa decisión y Colombia se le unió después por considerar que parte de la plataforma marítima caribeña que Nicaragua reivindica -130.000 km2-pertenece a Tegucigalpa y Bogotá.
Además, el pasado 13 de agosto el Congreso hondureño aprobó una moción orientada a adoptar medidas contra Nicaragua, en represalia por el arancel del 35% impuesto desde 1999, que abren la posibilidad de establecer un arancel similar para los productos nicaragüenses.
Nicaragua por su parte amenazó con llevar a Honduras a la Organización Mundial del Comercio (OMC) si aplica medidas restrictivas al comercio, lo que es visto por Tegucigalpa como una contradicción, ya que fue el gobierno de Managua el que adoptó primero una medida de ese tipo.
