LHASA.- Por primera vez en dos décadas, el gobierno del Tíbet recibió en Lhasa a un grupo de enviados del Dalai Lama, el líder espiritual de esa nación, informó hoy el jefe de gobierno tibetano, Logqod.
Logqod mantuvo el domingo una conversación de cerca de una hora con una delegación del Dalai Lama, a la que "presentó las grandes transformaciones (llevadas a cabo) en el Tíbet", explicó a los periodistas en la capital tibetana.
Pese a que no surgieron resultados significativos del encuentro, diplomáticos otorgan una gran importancia a la reunión de Logqog con los enviados Lodi Gyaltsen Gyari y Kelsang Gyaltsen, quienes se ocupan generalmente de cuidar las relaciones con Estados Unidos y Europa.
La reunión significa también la reanudación del diálogo indirecto entre China y el Dalai Lama a través de la embajada china en la India, interrumpido en 1993.
El Dalai Lama huyó de Lhasa en 1959 después de un fallido alzamiento contra la "ocupación" por parte de China de ese territorio. Desde entonces ha estado viviendo en el exilio.
Logqog no explicó, sin embargo, cómo debe continuar este diálogo. Dejó la puerta abierta a la visita de más exiliados, siempre y cuando se atengan como "patriotas" a la unidad nacional china.
La buena voluntad manifestada parece que pretende apaciguar a los críticos de la política china respecto al Tíbet antes de la visita, el 25 de octubre, del jefe del Partido Comunista Chino, Jiang Zemin, al rancho de Texas del presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
El jefe de gobierno del Tíbet señaló que en las conversaciones no se abordó el papel del Dalai Lama. Sin embargo, Logqog presentó las exigencias de China, según las cuales el Dalai Lama debe sumirse a la política de Pekín sobre el Tíbet.
"Ahora la pelota se encuentra en el campo del Dalai Lama", manifestó Logqog, quien dejó claro que no da crédito a las afirmaciones del Premio Nobel de la Paz de 1989 de no pretender la independencia. La propuesta de autonomía para el Tíbet es sólo "un disfraz para la independencia", señaló.
Cuando el Dalai Lama reconozca al Tíbet y a Taiwan como territorios inseparables de la República de China y cuando reconozca al gobierno comunista como único gobierno, entonces podrá discutirse de todo, manifestó Logqog, quien dijo que las conversaciones tendrán que realizarse directamente con el Dalai Lama y no con su gobierno "ilegal" en el exilio de Dharamsala.