LA PAZ.- Bolivia debe explorar una fórmula que permita exportar gas natural a Estados Unidos y México por un puerto en el Pacífico que aliente el desarrollo de la región que conforma la frontera trinacional que comparte con Perú y Chile, dice la propuesta de un ex canciller y un analista bolivianos, publicada este martes.
El ex canciller Antonio Araníbar (1993-97) y el experto Horts Grebe proponen el puerto de Arica, en el extremo septentrional chileno y el límite meridional peruano, como una salida a la disyuntiva boliviana de elegir una terminal en el Pacífico desde donde embarcar parte de sus ingentes reservas de gas natural (53,2 trillones de pies cúbicos).
Con los auspicios de sus respectivos gobiernos, el puerto chileno de Patillos y el peruano de Ilo pugnan por separado para participar del negocio de exportación de gas boliviano que generará entre 5.000 y 7.000 millones de dólares de inversión privada, 2.500 de los cuales se quedarán en la terminal de elección.
"Si se escoge unilateralmente, el país tendrá que enfrentar la mala voluntad del otro, que puede expresarse en múltiples manifestaciones en las relaciones multilaterales", afirma Grebe.
Con Araníbar, autor del libro "Hacia un enfoque trinacional de las relaciones entre Bolivia, Chile y Perú", señala a la región de Arica, que perteneció a Perú hasta antes de la Guerra del Pacífico que entre 1879 y 1883 enfrentó a Bolivia aliada de Perú con Chile, y además espacio poblacional más deprimido de las tres naciones sudamericanas.
Situado en punto equidistante entre Ilo y Patillos, la alternativa de Arica enmendaría en parte la centenaria demanda marítima boliviana de una salida soberana al Océano Pacífico, perdida a manos de Chile en el enfrentamiento militar de fines del Siglo XIX.
Proyecto de integración al fin y al cabo, se trata de convertir Arica en una región trinacional propiamente dicha, una zona industrial que además de repartir los beneficios económicos del gas entre sus pobladores carenciados, saque a Bolivia de su enclaustramiento geográfico, según Araníbar.
"Temenos la necesidad de hacer esfuerzos políticos para disminuir las tensiones, aumentar la confianza y crear un ámbito de seguridad colectiva capaz de responder a la nuevas circunstancias internacionales" y restañar las heridas de la guerra, fundamentalmente en la población boliviana, volcada mayoritariemente a favor de Ilo y que en un 60 por ciento rechaza Patillos, opina Grebe.
Araníbar adecuó a las actuales circunstancias la fórmula "Arica trinacional", planteada por el Gobierno de Lima en 1976, cuando los ex presidentes de Bolivia y Chile, Hugo Banzer y Augusto Pinochet respectivamente, estuvieron a punto de coronar una negociación -que entrañaba una salida marítima para Bolivia y una sesión territorial a favor de Chile- con la anuencia de Perú.
Tras casi un año de dudas, el Gobierno de La Paz adoptará una decisión al respecto en marzo, después de realizar una serie de estudios de factibilidad técnica y financiera, que no dejaron al margen aspectos políticos y diplomáticos, de acuerdo con una versión oficial.
Sánchez de Lozada y su antecesor, Jorge Quiroga, en cuyas manos también estuvo la decisión, son acusados de inclinarse por la alternativa chilena.
