BUENOS AIRES.— El sepelio del ex dictador general Leopoldo Galtieri este lunes desencadenó protestas de organismos defensores de los derechos humanos, por los elogios al extinto que pronunció en su oración fúnebre el actual jefe del ejército, teniente general Ricardo Brinzoni.
Galtieri, quien murió el domingo de cáncer a los 76 años, fue enterrado con honores militares en el panteón castrense del cementerio de la Chacarita.
El tercero de los cuatro presidentes de la pasada dictadura militar (1976/83) desencadenó en 1982 la guerra de las Malvinas contra Gran Bretaña, que concluyó con una contundente derrota argentina. Fue también acusado y procesado por graves violaciones a los derechos humanos.
"Su gestión ya está en la historia. En los últimos años enfrentó con entereza todas las dificultades y cumplió como un soldado disciplinado todas las órdenes y las políticas institucionales dictadas por el Ejército Argentino", dijo Brinzoni.
"El Ejército Argentino despide hoy a uno de sus comandantes en jefe, que en épocas de convulsión y de desencuentros entre los argentinos actuó y decidió según sus convicciones", agregó.
Las palabras del jefe del Ejército provocaron pedidos de que Brinzoni sea relevado por el Presidente Eduardo Duhalde.
"Debería ser reemplazado de inmediato por Duhalde, cuyo mandato deriva del Congreso. Es escandaloso que Brinzoni haya hecho semejante reivindicación", declaró el diputado socialista Oscar González.
El periodista Horacio Verbitsky, presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) declaró a la AP que "dos son los episodios claves en la trayectoria de Galtieri: la guerra de las Malvinas y la llamada 'guerra sucia', que fue un ejercicio del terrorismo de Estado".
Verbitsky recordó que su desempeño en el conflicto de Malvinas le valió a Galtieri la recomendación de un tribunal del Ejército de que fuera "degradado y fusilado" por su incompetencia profesional y por "confundir un objetivo circunstancial de política externa con una legítima reivindicación histórica".
La recomendación no se aplicó y Galtieri fue condenado a 12 años de prisión, condena que indultó en 1990 el ex Presidente Carlos Menem.
El titular del CELS agregó que el desempeño de Galtieri en la "guerra sucia" fue muy significativa, ya que fue el jefe del entonces capitán Brinzoni, cuando a fines de 1976 se produjo la llamada "matanza de Margarita Belén".
El diputado Alfredo Bravo, candidato presidencial del Partido Socialista y dirigente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), dijo que "en nombre de estas dos organizaciones, pido al Presidente Duhalde que separe de su cargo al general Brinzoni".
Agregó que el actual jefe del Ejército "es un hombre que invariablemente hace la apología de quienes deberían guardar el más absoluto y vergonzante silencio".
Nora de Cortiñas, presidenta de las Madres de Plaza de Mayo (Línea Fundadora), dijo que sin duda Galtieri pasará a la historia, pero no como pretende Brinzoni, sino "como un gran genocida y verdugo de su pueblo".
