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Paro en Venezuela pierde fuerza con retirada del sector bancario

El sector bancario decidió restarse del "paro cívico" que durante 59 días mantiene la oposición venezolana en contra del Presidente Hugo Chávez, y retomará su atención normal de público a partir del lunes.

29 de Enero de 2003 | 18:21 | Reuters
CARACAS.- La banca privada venezolana, que había restringido su horario de atención al público en apoyo a un paro contra el Presidente Hugo Chávez, resolvió este miércoles normalizar sus operaciones desde el próximo lunes, asestando un golpe a la oposición que exige la renuncia del Primer Mandatario.

La decisión se produjo en momentos en que otros sectores adheridos a la protesta, iniciada hace 59 días y que golpeó principalmente la vital industria petrolera del quinto exportador mundial de crudo, evalúan reanudar sus actividades.

"El Consejo Bancario Nacional (CBN) y la Asociación Bancaria de Venezuela (ABV) decidieron en una asamblea con el voto favorable de dos tercios, reiniciar las operaciones en horario normal a partir del lunes", dijo a periodistas Ignacio Salvatierra, presidente de la Asociación.

La banca privada restringió su horario de atención al público una semana después de que el 2 de diciembre empresarios, sindicalistas y políticos opositores iniciaron el "paro cívico" exigiendo la dimisión de Chávez, y elecciones anticipadas.

La medida produjo largas filas de personas en busca de efectivo en medio de la incertidumbre política y las tensiones desatadas por el paro, que ha causado una inédita escasez de gasolina y de algunos bienes esenciales.

Chávez, quien sobrevivió a un fugaz derrocamiento militar hace casi 10 meses, acusa a sus opositores de "golpistas" y "terroristas", y el miércoles durante un acto con deportistas reiteró que "a los grupos oligarcas que amenzan con sacarme del gobierno les digo: no lo lograrán".

El mayor impacto de la protesta se debió a una huelga de trabajadores de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que casi paralizó la producción y exportación de crudo.

Pero con la ayuda de trabajadores de remplazo, la producción de crudo se ha ido recuperando y el miércoles alcanzó 1,044 millón de barriles por dá (bpd), aún lejos de los 3,1 millones de noviembre.

Mientras en el transporte de pasajeros el paro no hizo mella, la mayoría de las grandes industrias siguen detenidas. En el comercio el apoyo ha sido parcial y las escuelas privadas, que no reanudaron clases después de las vacaciones de Navidad, evalúan esta semana la posibilidad de abrir las aulas.

Sucumbieron ante presiones

A principios de mes, el gobierno de Chávez, quien seis años después de encabezar un fallido golpe de Estado fue electo en 1998 por una amplia mayoría, exigió a los bancos acatar una resolución que los obligaba a cumplir su horario habitual tras advertir que las restricciones "ponen en peligro los intereses de los depositantes, acreedores o accionistas".

Los bancos, que se habían negado a cumplir esa resolución, decidieron normalizar sus operaciones luego de que la semana pasada el Mandatario, quien parece tener el control militar tras una fuerte purga en los cuarteles, recrudeció sus amenazas de multas y de intervención de la banca privada.

Carlos Fernández, presidente de la mayor entidad empresarial del país, Fedecámaras, y uno de los líderes del paro, dijo a Reuters que la decisión de los banqueros se produjo por las presiones del gobierno, pero aseguró que la lucha contra Chávez no se debilitará.

"Creo que aquí lo que está es la gran presión que está ejerciendo el gobierno nacional, donde las agresiones son muy duras", expresó Fernández.

El empresario dijo que los promotores del paro prevén replantear su lucha para que la oposición y el sector productivo no se sigan debilitando y para evitar una situación de iliquidez que impida a las empresas pagar sueldos.

La crisis política que se agravó con el paro ha logrado atraer la atención de la comunidad internacional, que delegó en la Organización de Estados Americanos (OEA) una negociación entre la oposición y el gobierno para una salida electoral.

En su esfuerzo por reconciliar a los venezolanos, altamente poralizados en torno a la figura del Mandatario, de 48 años, representantes de seis países tienen previsto llegar a Caracas esta semana para colaborar con la gestión que desde hace más de dos meses adelanta infructuosamente el secretario general de la OEA, César Gaviria.

Chávez es acusado por su detractores de querer imponer al país un gobierno comunista, mientras el Primer Mandatario, quien dice impulsar una "revolución" en favor de los pobres, los tilda de "fascistas" y de querer derrocarlo como en abril del 2002, cuando un grupo de militares lo sacó brevemente del poder.

Catástrofe económica

El analista político Fausto Masó estimó que la decisión de la banca es un golpe a la oposición, aunque consideró que el pilar de la protesta sigue siendo PDVSA, donde el gobierno ha militarizado pozos, puertos y refinerías intentando normalizar sus operaciones.

"Puedes levantar, que todo el mundo vuelva a trabajar, pero el paro petrolero es lo que produce consecuencias terribles. Incluso si levantaran el paro petrolero tardarían nuevamente un tiempo para volver a las condiciones normales", dijo Masó.

Los huelguistas de PDVSA han dicho que no suavizarán su protesta hasta que se alcance un acuerdo electoral entre el gobierno y la oposición para salir de la crisis. El sector petrolero aporta la mitad de los ingresos fiscales del país.

Pablo Castro, directivo de la principal central obrera, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), uno de los convocantes de la protesta, dijo que "mantenemos el paro petrolero (...) hasta tanto no haya una solución política y pacífica a la crisis", que se ha venido radicalizando al calor de los violentos choques callejeros entre partidarios y adversarios de Chávez.

El gobierno ha perdido buena parte de los vitales ingresos petroleros, mientras la inestabilidad política desató compras nerviosas de dólares que derrumbaron el bolívar en más de 28 por ciento desde el inicio del paro.

Para frenar la fuga de capitales, el gobierno de Chávez suspendió temporalmente la semana pasada las transacciones con divisas y anunció que trabaja en el diseño e implementación de un control de cambio, que se prevé arranque la próxima semana.

Masó, quien criticó la "torpeza" de la oposición porque llamó a apoyar un paro sobre "bases falsas" de que el agitado clima militar ayudaría a derribar a Chávez. "Lo que viene aquí a corto plazo es una crisis económica pavorosa", agregó.
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