BUENOS AIRES.- A pesar de la amplia ventaja que le otorgan las encuestas por sobre Carlos Menem, el candidato a la presidencia de Argentina Néstor Kirchner reconoció hoy que nunca pensó que llegaría a ser Mandatario este año.
"Jamás creí que podía ser Presidente en 2003", se sinceró. "Siempre uno tiene vocación y fuerza pero no lo veía como algo muy factible" este año, admitió.
Según una encuesta publicada hoy, Kirchner aventaja por más de 36 puntos a Menem quien "sufrirá una derrota importante en la segunda vuelta", según ese sondeo.
Sin contar los votos en blanco, anulados o abstenciones, el santacruceño cosecha el 68,4 por ciento de las adhesiones, contra el 31,6% de la intención de voto que reúne el ex Mandatario.
"La historia tiene estas circunstancias, pasaron las cosas que pasaron en la política argentina, que yo hubiera preferido que no pasen, honestamente, y hoy la antesala de este tiempo me puede poner ante esa opción", explicó el candidato presidencial favorito en la encuestas.
El sondeo indica que Kirchner se llevará los votos de la mayoría de los ciudadanos que en la primera vuelta optaron por Carrió, el candidato de centro-derecha Ricardo López Murphy y por Adolfo Rodríguez Saá, efímero Presidente del país a finales de diciembre del 2001, luego de la caída de Fernando de la Rúa.
Fin a la impunidad de la Corte Suprema
A pesar del reconocimiento que hizo, el gobernador de la Provincia de Santa Cruz aseguró hoy que si el 18 de mayo gana la segunda vuelta electoral se terminarán "los pactos corporativos" que garantizan la "impunidad" de los miembros de la Corte Suprema de Justicia en Argentina.
En una entrevista con agencias de noticias nacionales durante el vuelo de regreso a la Argentina tras su visita a Brasil y Chile, Kirchner indicó que "tiene que volver a funcionar el ordenamiento jurídico a pleno y yo soy defensor de ello".
Así, el actual gobernador de la provincia sureña de Santa Cruz volvió a la carga contra la Corte Suprema, después que el sector que responde a Kirchner alentase hace meses al Parlamento para que propiciara juicio político contra el alto tribunal.
Sin embargo, en ese momento, el presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, que apoya a Kirchner, se alineó con otros sectores políticos para frenar el enjuiciamiento de los magistrados del Supremo.
Portavoces del santacruceño adelantaron que la idea es mantenerse al margen de un conflicto directo con el alto tribunal, pero que tampoco aceptará ser parte de pactos de impunidad, tal y como hicieron las administraciones anteriores.
La estrategia pasará por dejar "en libertad de acción" al Parlamento para que los legisladores definan su postura.
Los portavoces aclararon que no es una función del Ejecutivo "alentar juicios contra los miembros de otro poder del Estado o buscar forzar renuncias con algún tipo de maniobra política".
Admitieron las diferencias que tienen con la que fuera candidata del centro-izquierda en la primera vuelta Elisa Carrió, quien exige la renovación automática del tribunal, y que ha dicho que votará por Kirchner como "mal menor".
Por otra parte, subrayan que tampoco son partidarios de pactos a las sombras como, según acusan, promovió el contrincante del santacruceño, el ex Presidente Carlos Menem, durante sus 10 años de gestión (1989-1999).
