NACIONES UNIDAS.- El presidente del Consejo de Gobierno iraquí, Adnan Pachachi, se reunirá el próximo lunes con el Consejo de Seguridad, en un encuentro que no se espera decisivo, pero que podría allanar el regreso de la ONU a Irak.
Así, al menos, lo considera el embajador de Estados Unidos ante la ONU, John Negroponte, quien hoy quiso restar importancia a la reunión alegando que será una "oportunidad para hacer una revisión general" de los temas, sin que necesariamente se "tome una decisión".
La celebración de esta reunión, en la que estará presente también el secretario general de la ONU, Kofi Annan, decidió hoy en el transcurso de unas consultas informales del Consejo de Seguridad, según anunció hoy su presidente, el embajador chileno Heraldo Muñoz.
El encuentro había sido solicitado por carta al Consejo de Seguridad por el Ministro de Planificación y Cooperación de Desarrollo de Irak, Mahdi Al-Hafez.
Horas antes de esta reunión, una delegación del Consejo de Gobierno de Irak mantendrá un encuentro con el Secretario General de la ONU y con los miembros de la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA, por sus siglas en inglés).
Tras varias semanas de mantener la incógnita sobre la participación de Estados Unidos en esta reunión, el embajador Negroponte no quiso hoy develar quién participará en el encuentro.
"Habrá una representación apropiada, pero no se ha tomado ninguna decisión final sobre quién liderará la delegación o quién la compondrá", dijo.
Tampoco el portavoz de Annan, Fred Eckhard, pudo desvelar la identidad de los miembros de la delegación estadounidense, si bien avanzó que la iraquí estará liderada por el actual presidente del Consejo de Gobierno, al que se sumará el que ostentó este cargo en diciembre y el que lo hará en febrero.
Observadores diplomáticos consideran que las reticencias que está mostrando Estados Unidos sobre estos encuentros son un reflejo de las dificultades que atraviesa en Irak, donde está tratando de avanzar en la entrega de la soberanía a los iraquíes y de que la ONU se involucre de nuevo en la reconstrucción del país.
Otro de los motivos de presión son las declaraciones formuladas hace unos días por el principal líder espiritual de los chiítas de Irak, Sayed Ali al-Sistani, quien rechazó la posibilidad de que el poder se traspase a un gobierno de transición, que sería el encargado de convocar elecciones a medio plazo.
El dirigente religioso es partidario de que se convoquen unas elecciones generales en unos meses, de manera que la soberanía sea asumida por un Gobierno electo.
En cualquier caso, tanto la reunión del Consejo de Gobierno con Annan y la CPA, como la que se celebrará posteriormente con el Consejo de Seguridad, servirán para conocer cuáles son las reclamaciones de los iraquíes y la postura de Estados Unidos al respecto.
Uno de los temas principales que se analizarán en los encuentros será el papel que debe asumir la ONU en Irak, después de que la organización decidiera retirar a todo su personal internacional tras el atentado que sufrió su sede el pasado verano.
Ante las presiones para que regrese a la zona, la ONU ha decidido enviar de manera extraoficial a un pequeño equipo que se encargará de estudiar las condiciones de seguridad, y que estará formado por cuatro expertos, dos de ellos militares.
Según explicó Negroponte, la ONU ha pedido a Estados Unidos asistencia para garantizar la seguridad de su equipo durante su estancia en Irak.
El diplomático declaró que ha dado verbalmente una respuesta positiva, que será concretada formalmente por escrito.
Para Negroponte, el envío de la misión "es una señal de que la ONU está contemplando algunos de los aspectos prácticos de su regreso a Irak, por tanto es un paso en esa dirección".