EMOLTV

Caso de corrupción complica a Sharon y ya piden su renuncia

El Partido Laborista pidió hoy formalmente la dimisión del Primer Ministro luego que se desatara un caso judicial donde se acusa a un empresario de sobornar al líder israelí cuando éste era canciller.

21 de Enero de 2004 | 16:13 | ANSA
TEL AVIV.- El Partido laborista, principal opositor en el Parlamento israelí, presentó hoy una moción de desconfianza contra el gobierno del Primer Ministro, Ariel Sharon, y reclamó su renuncia por estar involucrado en un caso de corrupción.

La acusación judicial de los tribunales de Tel Aviv contra el empresario David Appel, estrechamente ligado al partido del Premier, el Likud, desencadenó en el ambiente político una reacción en cadena que amenaza con desestabilizar el gobierno de Sharon.

En la denuncia, fruto de laboriosas investigaciones de la policía israelí, se afirma que Appel corrompió a varios funcionarios estatales que podían favorecer sus proyectos tanto en Israel como en el exterior.

Entre esos funcionarios figura Ariel Sharon, quien entre 1996 y 1999 se desempeñaba como ministro de Infraestructura nacional y entre 1998 y 1999 como ministro del Exterior.

El caso también pone bajo la lupa al vicepremier, Ehud Olmert, quien en esos años era alcalde de Jerusalén y aspiraba a ser electo como líder del Likud.

Sin embargo, por ahora la magistratura se abstuvo de incriminar a Sharon y Olmert, ya que la ley israelí permite separar las acusaciones entre quienes corrompen y aquellos que se dejan corromper.

Además, las investigaciones en torno a Sharon y a Olmert, que comenzaron años atrás, aún no concluyeron pero, según los medios de comunicación, una decisión sobre la situación judicial de ambos funcionarios es cuestión de semanas.

"Es evidente que si Sharon y Olmert fuesen incriminados deberían estar las necesarias conclusiones" de la investigación, dijo hoy el ministro de Justicia, Yossef Lapid, del Shinui.

En el Parlamento, la oposición de izquierda sostiene en cambio que no hay necesidad de más conclusiones de la investigación, y ya hoy reclamó la renuncia de Sharon.

El Partido laborista de Shimon Peres presentó una moción de desconfianza, porque según argumentó ese grupo, una personalidad involucrada en un proceso así de grave difícilmente pueda mantener la serenidad necesaria de espíritu para continuar administrando los intereses nacionales.

Por su parte, un ex consejero de Sharon, Aharon Perlman, reveló que las acusaciones que rozan al Premier, son apenas "nubes pasajeras".

"Sharon es una persona que pasó por muchas cosas en su vida. Combatió, superó dificultades y pérdidas personales. No es de los que se quiebran", aseguró Perlman.

El ex consejero agregó que Sharon está convencido de no haber inflingido ninguna ley, y que no dará un paso al costado por su propia voluntad.

Posible caso de corrupción

De todos modos, la acusación da cuenta de alarmantes vínculos ilícitos entre políticos y empresarios. En el texto redactado por la magistratura de Tel Aviv por la abogada Rachel Shiber, el poderoso Appel aparece como un hombre de negocios con amplios horizontes, con estrechos vínculos con los poderosos y muy tenaz como para lograr sus objetivos.

El escrito de Shiber se refiere puntualmente a la isla de Patroclo, en el mar Egeo, donde Appel soñaba en 1998 con edificar un ambicioso proyecto, capaz de albergar a miles de turistas.

Dada la importancia arqueológica de la isla, era necesario apuntar con precisión al mundo de la política griega para que aprobara la realización de su ambicioso proyecto, en un ámbito lleno de tesoros culturales.

Appel es descrito en el texto judicial como un hombre capaz de persuadir al entonces canciller Sharon y conversar con el viceministro griego del Exterior, Yannis Kranidyotis, y de convencer al entonces alcalde de Jerusalén, Olmert, de invitar a su colega de Atenas, Dimitri Abramopulos, para discutir el proyecto.

Aunque finalmente, el proyecto se diluyó, Shiber sostiene en su presentación que "la corrupción existió".

A cambio de las tratativas, según trascendió, en 1999, Appel le prometió tanto a Sharon como a Olmert (por separado) apoyar sus candidaturas a la conducción del Likud.

Appel quiso luego ser nombrado consejero especial para el proyecto turístico en Grecia, entonces comandado por el hijo de Sharon, Ghilad, quien entonces se había graduado en Agronomía.

Según trascendió, Ghilad recibió de Appel un depósito inicial de 100.000 dólares, una mensualidad de 10.000 dólares y otros 2,6 millones de shekel, (unos 700.000 dólares), en otros tres depósitos.

El proceso puede continuar por años. La acusación convocó a 200 testigos, al tiempo que la defensa amenaza con ganar la batalla.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?