PUERTO PRÍNCIPE.- La oposición de Haití rechazó hoy el plan de paz internacional que buscaba poner fin a la violenta crisis que ya dura semanas en el país caribeño.
Los insurgentes dijeron no poder aceptar el proyecto, ya que éste habría permitido al Presidente Jean Bertrand Aristide permanecer en su cargo hasta completar su mandato, que dura hasta 2006.
Aristide rechazó hoy renunciar y propuso celebrar elecciones parlamentarias en noviembre. En una conferencia de prensa, el mandatario advirtió de un posible baño de sangre si los rebeldes cumplen su amenaza de ingresar a Puerto Príncipe.
"Si ellos vienen a la ciudad, habrá miles de muertos", dijo el Mandatario, que llamó a los residentes de la capital a defender la ciudad.
El asediado Presidente pidió a la comunidad internacional que ayude a preparar una fuerza policial que pueda sostenerse ante las fuerzas rebeldes, aunque no pidió directamente la intervención militar.
Refuerzan fronteras
SANTO DOMINGO.- El gobierno desplegó 1.500 efectivos adicionales en la frontera con Haití, para duplicar el total a 3.000, en prevención de un éxodo masivo de haitianos a causa de la violencia política que tiene sumido en el caos al vecino país.
El general José Miguel Soto Jiménez dijo que el emplazamiento adicional representa sólo un pequeño porcentaje de lo que podría enviar este país del Caribe hacia la zona fronteriza, en caso de que ocurriera un éxodo masivo de refugiados.
No obstante, Soto Jiménez señaló que por ahora las autoridades dominicanas piensan que ese éxodo no ocurrirá.
El contingente fue despachado entre el domingo y el lunes para proveer más seguridad a lo largo de los 362 kilómetros de frontera, dijo el martes el portavoz militar, coronel Juan Julio Tejeda.
La República Dominicana no está en condiciones económicas de lidiar con un influjo masivo de refugiados haitianos, advirtieron las autoridades aquí el lunes.
Haití y la República Dominicana, que comparten la isla La Hispaniola, tienen una porosa frontera que pasa por montañas y a lo largo del río Masacre.
