El pontífice no efectuó ninguna referencia directa a la condición de ex sacerdote de Aristide.
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II pidió el domingo a los haitianos que sean valientes y humildes al tomar las decisiones necesarias para el bien de Haití, en un sentido llamamiento realizado poco antes de que se conociera que el presidente Jean Bertrand Aristide había abandonado la nación caribeña tras cuatro semanas de un levantamiento armado.
El pontífice no efectuó ninguna referencia directa a Aristide, un ex sacerdote.
Aún cuando se incrementaba la violencia y la cantidad de muertos en Haití, Aristide había insistido que permanecería en el poder hasta que su mandato expirara en el 2006.
Funcionarios estadounidenses y de Haití dijeron el domingo temprano que Aristide había abandonado su país, donde murieron más de 100 personas durante las cuatro semanas del alzamiento popular.
"Nos llegan noticias preocupantes y dolorosas desde Haití", dijo el Papa en sus declaraciones incluidas a último momento en su tradicional discurso dominical a los peregrinos y turistas que se congregan a escucharlo en la Plaza de San Pedro.
"Frente a esa situación, siento el deber de invitar a todos los haitianos a que tengan la valentía y la humildad para tomar esas decisiones que son necesarias para el bien del país", sostuvo el pontífice.
"Mientras aliento los esfuerzos diplomáticos de la comunidad internacional y pido que las organizaciones humanitarias se comprometan de manera generosa, envío una bendición especial a la querida población haitiana", concluyó el Papa.
A mediados de semana, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, y el canciller francés, Dominique de Villepin, sugirieron que Aristide cediera el poder por el bien de su país.
Al asumir en el poder, Aristide era ampliamente popular, pero el respaldo a su gestión se deterioró después de unas elecciones legislativas fraudulentas del 2000.
Los donantes internacionales frenaron el envío de ayuda, se profundizó la pobreza y creció la oposición.
