MADRID.- El funeral de Estado en memoria de las víctimas de los graves atentados sufridos en España el pasado día 11 se convirtió hoy en una llamada a la paz ante los más destacados líderes mundiales y las autoridades españolas, que acompañaron a los familiares de los fallecidos.
Presidido por el rey Juan Carlos y su esposa Sofía, visiblemente emocionados, y con la presencia de una decena de jefes de Estado y de Gobierno, así como el Ejecutivo en funciones y representantes de partidos e instituciones españolas, el acto religioso en memoria de las víctimas comenzó poco después del mediodía.
La catedral de la Almudena de Madrid, detrás de cuyo altar pendía un lazo negro en señal de duelo, acogió trece días después de la masacre terrorista el solemne homenaje a los fallecidos.
Sentida homilía
La ceremonia fue oficiada por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, quien estuvo acompañado por una treintena de obispos.
En su homilía pidió una respuesta "a la violencia ciega y al odio inhumano con el poder fascinante del amor", tras recordar el dolor que ha embargado a los familiares de las 190 víctimas causadas por la "brutal violencia terrorista".
"Para vosotros familiares de los fallecidos, nuestro apoyo incondicional y la oración más sincera", subrayó Rouco.
El arzobispo enfatizó que la condolencia de España se quiere sintetizar en este funeral, propiciado por las más altas instituciones del Estado, y al que se han querido sumar "los más ilustres representantes de los pueblos y naciones, amigas y hermanas de todo el mundo, especialmente de Europa y América".
Los ataques perpetrados el pasado día 11 contra cuatro trenes que se acercaban a Madrid desde poblaciones cercanas causaron también más de 1.500 heridos de varias nacionalidades.
"El terrorista lleva en sí la semilla de la muerte eterna, el estratega terrorista lleva en sí la semilla del odio, a través de ella quieren dañar la concordia y la paz de los españoles", dijo el arzobispo.
Rouco propuso responder frente "a la violencia ciega y al odio inhumano con el poder fascinante del amor" y abogó por mantenerse "lejos de toda forma de nacionalismo exasperado, de racismo y de intolerancia".
El templo albergaba en una jornada lluviosa a unas 1.500 personas, mientras que en sus exteriores, en pantallas gigantes, seguían la ceremonia varios centenares, en una muestra más de la solidaridad del pueblo de Madrid desde que se registraron los atentados.
A todos ellos, el arzobispo insistió que "frente a la estrategia del odio sólo cabe al final una sola respuesta eficaz: la del amor".
"Nos proponemos -añadió- poner amor donde no lo hay" para que se abran los caminos de la "paz y de la luz".
Al concluir la homilía los Reyes de España, acompañados por el resto de la familia real, saludaron emocionados a muchos de los familiares directos de los fallecidos.
Masiva concurrencia de líderes mundiales
A los funerales, asistieron entre otras personalidades, el presidente del Gobierno español en funciones, José María Aznar, y su esposa, Ana Botella.
También estuvo presente el próximo presidente del Gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, y destacados miembros de su partido.
Asistieron además los jefes de Estado de Francia, Jacques Chirac; Italia, Carlo Azeglio Ciampi; Portugal, Jorge Sampaio; Finlandia, Tarja Salonen, y Estonia, Arnold Ruutel; y los jefes de Gobierno de Alemania, Gerhard Schroeder; Reino Unido, Tony Blair; Polonia, Leszek Miller; y República Checa, Vladimir Spidla, entre otros.
También estuvieron presentes los presidentes del Consejo Europeo, el irlandés Bertie Ahern; de la Comisión Europea, Romano Prodi, y del Parlamento Europeo, Pat Cox.
Además, figuraron los príncipes Carlos de Inglaterra, Alberto de Mónaco y Mulay Rachid de Marruecos, así como el secretario de Estado de EE.UU., Colin Powell.
Otros representantes de Casas Reales presentes en la catedral de Madrid fueron el Gran Duque de Luxemburgo, el Príncipe Haakon de Noruega, el Príncipe Felipe de Belgica, el Príncipe Felipe de Dinamarca, y el Príncipe Feisal Ben Al Hussein de Jordania.
