WASHINGTON.- Estados Unidos vencerá a los enemigos de un Irak libre, y acorde a planes previos se realizará el traspaso de soberanía el 30 de junio a un gobierno civil iraquí, afirmó hoy el presidente estadounidense George W. Bush.
En enero de 2005 habrá elecciones libres, señaló el presidente estadounidense en una conferencia de prensa este martes por la noche en la Casa Blanca en Washington.
Irak vive actualmente "tiempos difíciles", pero el país no atraviesa una guerra civil y no existe un levantamiento popular, aseveró.
"No retrocederemos respecto de nuestra promesa", declaró. "El 30 de junio la soberanía iraquí regresará a las manos iraquíes", señaló Bush durante la conferencia de prensa.
Demorar estas fechas solamente envalentonaría a los insurgentes y sería faltar a la palabra con el pueblo iraquí, explicó el presidente estadounidense.
"Numerosos iraquíes cuestionarían nuestras intenciones y sentirían que sus esperanzas fueron traicionadas", dijo Bush.
Estados Unidos cumplirá su "histórica misión" en Irak, manifestó Bush. La mayoría de los iraquíes quiere independencia y libertad, sostuvo.
Una comparación con Vietnam es inapropiada, recalcó Bush ante una pregunta al respecto. Con la caída del régimen de Saddam Hussein fue superado un peligro para la paz en el mundo, opinó.
Si es necesario, para sofocar los incidentes se elevará la cifra de tropas estadounidenses, apuntó el mandatario.
"Si se precisan fuerzas adicionales, las enviaré", sostuvo. "Si se precisan recursos adicionales, los proporcionaremos", continuó.
Bush culpó a pequeños grupos de insurgentes en el país por la violencia que mató a más de 80 soldados estadounidenses desde el primero de abril.
Remanentes del régimen de Saddam, terroristas extranjeros y militantes que responden al clérigo radical chiita Muktada al Sader son responsables del derramamiento de sangre, aseguró.
Bush explicó que las fuerzas estadounidenses en Irak tendrán los efectivos militares y recursos necesarios para triunfar en el actual enfrentamiento, y que ordenó a los militares que "utilicen la fuerza decisiva si es necesario para mantener el orden y proteger a nuestras tropas".
El jefe de Estado expresó además que Estados Unidos no es una potencia imperial, según "pueden dar testimonio Alemania y Japón", para luego señalar que su país es en cambio una potencia de liberación.
Estados Unidos vencerá a las actuales fuerzas de resistencia y del terrorismo, subrayó.
Un Irak libre y pacificado también hará más seguro a Estados Unidos y a Cercano Oriente en su conjunto. "Una enseñanza de los atentados del 11 de septiembre (de 2001) es que debemos ser ofensivos para vencer a nuestros adversarios", añadió.
