CERCA DE NAYAF, Irak.- El clérigo que encabeza la rebelión en el sur de Irak, Moqtada al Sadr, envió una propuesta de paz a las fuerzas de ocupación, mientras soldados de la coalición rodeaban la ciudad sagrada de Nayaf tras prometer que iban a capturar o matar al líder chiíta.
"Moqtada al Sadr realizó propuestas positivas para terminar la crisis. No puedo revelar los detalles. Se dio cuenta que una confrontación armada no es el interés de nadie", dijo a la agencia Reuters por teléfono el enviado de Sadr, Abdelkarim al Anzi, quien ahora se encuentra en Bagdad. Anzi dijo que se reunió el martes con Sadr en Nayaf.
El ejército de Estados Unidos calificó a Sadr como un hombre fuera de la ley y prometió matar o capturar al clérigo, quien se ha refugiado cerca de la mezquita Iman Ali de Nayaf, la ciudad más sagrada para el mundo musulmán chiíta.
Los 2.500 efectivos del Grupo de Tareas de la Tercera Brigada, junto con tropas españolas y polacas, montaron lo que funcionarios estadounidenses denominaron una zona de exclusión alrededor de Nayaf y enviaron patrullas de reconocimiento de la Base de Operaciones Duke, 20 kilómetros al oeste de la ciudad.
La concentración de tropas alrededor de Nayaf, al sur de Bagdad, continuaba pocas horas después de que el Presidente estadounidense George W. Bush prometió mantener el curso de la política de Estados Unidos en Irak y precisó que continuaría con su plan de entregar la soberanía a los iraquíes el 30 de junio.
Mientras crecía la tensión en Nayaf, los mediadores iraquíes dijeron que habían extendido una frágil tregua poco firme en la abatida ciudad sunita de Falluja. Será de 48 horas a partir de las 9 a.m. (0500 GMT) del miércoles.
Saqueadores abatidos
A pesar de esta tregua, la violencia se recrudeció en Bagdad donde los soldados estadounidenses dispararon a saqueadores que asaltaban un camión militar, emboscado en la ruta del aeropuerto.
Un fotógrafo de Reuters dijo que vio varios iraquíes tirados en el suelo sin moverse y que sangraban después de los disparos.
Bush dijo a sus generales, que habían solicitado el envío a Irak de dos brigadas más -alrededor de 10.000 efectivos-, que las tendrían.
En una inusual conferencia de prensa en la Casa Blanca, Bush exigió al clérigo agitador que desarme a su milicia, que este mes lanzó una rebelión después de que las fuerzas lideradas por Estados Unidos cerraron el diario de Sadr, detuvieron a su principal ayudante y dijeron que el clérigo era buscado por asesinato.
El levantamiento, que tomó por sorpresa a las autoridades de Estados Unidos, comenzó en momentos en que los insurgentes sunitas respondían a una ofensiva militar en el centro de Irak con ataques contra los marines estadounidenses en combates callejeros.
Cientos de iraquíes y decenas de soldados de la coalición murieron en estos enfrentamientos, incluidos 83 estadounidenses fallecidos en combate, con lo que abril fue el mes más sangriento para las tropas de Estados Unidos desde que hace un año cayó Saddam Hussein.
En el clima de violencia, los insurgentes secuestraron a más de 40 extranjeros en Irak, aunque muchos de ellos ya fueron liberados.
A pesar de la extensión de la frágil tregua de Falluja, algunos testigos dijeron que los marines lucharon en una encarnizada batalla contra los insurgentes sunitas en el distrito industrial de la ciudad.
Ahmed Hardan, del Partido Islámico Iraquí, dijo a Reuters que las conversaciones del martes en Bagdad, en las que el ejército estadounidense no participa directamente, concluyeron con un acuerdo, pero no dio detalles.