PEKIN.- Al menos nueve personas murieron o permanecen desaparecidas tras las explosiones ocurridas por un escape de gas en una planta química de cloro en la provincia de Chongqing, en el sur de China, que obligó a la evacuación preventiva de 150.000 residentes, informaron hoy fuentes oficiales.
Numerosas víctimas fueron atendidas por problemas respiratorios a raíz de la fuga de gas, altamente irritante, ocurrida ayer en la Planta Química Industrial Tianyuan, situada en el distrito de Jiangbei, que fue seguida de fuertes explosiones.
Más de 150.000 residentes fueron evacuados al exterior de un cinturón de seguridad de tres kilómetros en torno a la planta química para evitar el desarrollo de síntomas como espasmo bronquial, irritación y dificultades respiratorias.
Según las autoridades, la inhalación de más de 2,5 miligramos de gas de cloro (de color amarillento verdoso) es suficiente para causar la muerte.
Los equipos de socorro, integrados fundamentalmente por bomberos, lanzaron gran cantidad de agua con lejía al aire en la zona donde ocurrieron las explosiones a fin de reducir la densidad de cloro.
El accidente, el tercero que se produce en la misma fábrica de cloro en el último año, supone un revés para Chongqing, que intentaba mejorar la seguridad en minas, explotaciones químicas y yacimientos de gas tras sufrir el pasado diciembre uno de los peores accidentes de los últimos años.
Se da la circunstancia de que el Gobierno chino acaba de aceptar la dimisión del director general de la Corporación Nacional de Petróleo China (CNPCn), Ma Fucai, por la explosión del 23 de diciembre en un pozo de gas que originó emanaciones que causaron la muerte de 243 muertos campesinos en Kaixian, también en la provincia de Chongqing.
Más de 41.000 personas, de 28 núcleos urbanos, fueron evacuadas en diciembre, dejando una "zona muerta" en 25 kilómetros a la redonda.
Ma Fucai fue retirado desde un primer momento de su cargo al frente de la mayor compañía petrolera china y esta semana el consejo de ministros confirmó la sanción, que también afectó al subdirector general de la empresa estatal, Ren Chuanjun.
La "peor tragedia industrial de la historia de China" supuso una llamada de atención para mejorar la seguridad en las fábricas y, sobre todo, en el sector minero, uno de los de mayor siniestralidad laboral de todo el país.
En 2003 perdieron la vida en China 17.315 personas en las minas del país, según fuentes oficiales, por lo que el Gobierno decidió incrementar las sanciones por responsabilidades que afectaron en los últimos meses a 68 altos cargos.