LA PAZ.- El presidente boliviano, Carlos Mesa, advirtió a los grupos que se oponen a un referéndum que si la consulta fracasa se desencadenará en Bolivia una "hecatombe" por la polarización de la sociedad, que se mantiene latente desde la convulsión de octubre.
"Nunca o casi nunca estuvimos tan cerca del riesgo de una hecatombe que no ha desaparecido después de la crisis de octubre, pero la oportunidad que nos da la historia es muy grande", dijo el mandatario durante una reunión con parlamentarios.
Después de 73 años, los bolivianos acudirán a un referéndum que surgió de la protesta de octubre que obligó a renunciar al entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada en la llamada "guerra del gas".
Mesa llamó a los sindicatos y grupos empresariales a comprender que el referéndum del 18 de julio, en el cual los bolivianos decidirán qué hacer con el gas natural, y la Asamblea Constituyente de 2006, "son caminos democráticos y de paz".
Asimismo, desafió a "aquéllos que creen que la nacionalización de los hidrocarburos es el camino, que hagan campaña y voten por el no".
Las preguntas de la consulta, presentadas por Mesa la noche del miércoles, se refieren a la derogación de la Ley de Hidrocarburos, la recuperación de la propiedad de los energéticos "en boca de pozo", el fortalecimiento de la petrolera estatal, la exportación del gas y el uso de éste para buscar negociar con Chile una eventual salida soberana al Pacífico.
El cuestionario desató una abierta polémica entre quienes aprueban y los que lo rechazan. La pregunta que despierta mayor polémica es la referida a la recuperación de la propiedad de los energéticos, que según Mesa, es un "verdadero concepto de nacionalización" de los hidrocarburos actualmente controlados por las petroleras.
El presidente de los empresarios, Roberto Mustafá, dijo que la derogatoria de la Ley de Hidrocarburos "vulnera la seguridad jurídica" de las inversiones extranjeras.
Empresarios e instituciones de Santa Cruz en el oriente y de Tarija en el sur se oponen a la consulta porque temen que las reservas de hidrocarburos, que se hallan en su territorio, se queden bajo tierra ante la decisión del resto de los bolivianos.
Por razones opuestas el líder de la Central Obrera Boliviana (COB), Jaime Solares, llamó a un boicot del referéndum porque "no propone la nacionalización de los hidrocarburos".
El líder de los cacaleros y diputado, Evo Morales, declaró su apoyo al cuestionario y a la consulta porque "será la oportunidad para que el pueblo decida con su voto sobre los recursos naturales".
El presidente de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos, Raúl Kieffer, reconoció que las preguntas generan "incertidumbre" en el sector porque se está proponiendo "un cambio en las reglas".
El debate se ha trasladado a las calles donde la gente discute a voz en cuello su apoyo o rechazo a la propuesta del Presidente.
El ministro de Gobierno, Alfonso Ferrufino, descartó la posibilidad de modificar el cuestionario porque generaría una "polémica incontrolable".
