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Papa: No habrá paz mientras se violen los derechos humanos

El Pontífice hizo estas manifestaciones en el discurso que dirigió hoy a los nuevos embajadores de Suriname, Sri Lanka, Mali, Yemen, Zambia, Nigeria y Túnez ante la Santa Sede, a los que reiteró que hay que educar para terminar con las violencias "insoportables".

27 de Mayo de 2004 | 11:32 | EFE
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa denunció hoy la violación de los derechos humanos en numerosas partes del planeta y dijo que mientras se sigan "despreciando e hiriendo" a la humanidad y los hombres no sean tratados dignamente no se podrá vivir en paz en el mundo.

El Pontífice hizo estas manifestaciones en el discurso que dirigió hoy a los nuevos embajadores de Suriname, Sri Lanka, Mali, Yemen, Zambia, Nigeria y Túnez ante la Santa Sede, que hoy le presentaron sus cartas credenciales en el Vaticano.

"De todos los continentes llegan informaciones inquietantes sobre la situación de los derechos humanos, mostrando a hombres, mujeres, niños torturados y profundamente despreciados en su dignidad, en contra de la Declaración Universal de los Derechos Humanos", afirmó el Papa, que agregó que de ese modo "toda la humanidad es herida y ofendida".

El Obispo de Roma agregó que no podemos callar ante esos abusos, "intolerables" y que todos los hombres deben comprometerse a que se respete a todo ser humano.

Juan Pablo II subrayó que hay que educar a las conciencias para que cesen definitivamente todas las violencias "insoportables" que sufren las personas y para que todos los hombres se movilicen para que se respeten los derechos humanos.

"No podemos vivir en paz y nuestro corazón no podrá estar en paz mientras no se trate a los hombres dignamente. Hay que ser solidario", agregó el Pontífice.

El Papa pidió a los diplomáticos que se movilicen para que todos los hombres del planeta sean respetados y subrayó que no habrá paz mientras no se llegue a ese respeto. "Sólo la paz permite mirar al futuro", aseguró.

En el discurso particular al embajador de Sri Lanka, Sarala Manourie Fernando, el Papa deploró la violencia en nombre de la religión y rechazó el proselitismo, al afirmar que es el intento de violar la libertad de conciencia de las personas mediante la coacción moral o económica.

Ante el embajador de Mali, Mohamed Salia Sokona, Juan Pablo II resaltó la importancia del diálogo interreligioso y denunció el tráfico de niños y el trabajo forzoso al que son sometidos los menores en algunas partes del mundo.

En el discurso al embajador de Yemen, Yahya Ali Mohamed Al Abiad, el Pontífice abogó por la libertad religiosa y el derecho a construir lugares de culto. El Papa le pidió que se autorice a levantar una iglesia en Sanaa.

También abogó por el diálogo entre el cristianismo e islamismo, que debe ser verdadero, respetuoso y fecundo, en el discurso al embajador de Túnez, Afif Hendaoui. También rechazó que la religión se use para justificar la violencia.
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