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Papa pide en Suiza unidad de cristianos y no desilusionar a jóvenes

El Pontífice, de 84 años, hizo estas manifestaciones durante la misa que celebró en la explanada "Allmed", en las afueras de Berna, a la que rehusaron a asistir los protestantes debido a la oposición de la Iglesia Católica a que sus fieles compartan la comunión con los de otras confesiones cristianas.

06 de Junio de 2004 | 09:14 | EFE
BERNA, Suiza.- El papa Juan Pablo II hizo hoy en la protestante ciudad suiza de Berna un llamamiento en favor de la unidad de los cristianos y expresó ante más de 70.000 personas su deseo de no "desilusionar" a los fieles, en especial a los más jóvenes.

El Pontífice, de 84 años, hizo estas manifestaciones durante la misa que celebró en la explanada "Allmed", en las afueras de Berna, a la que rehusaron a asistir los protestantes debido a la oposición de la Iglesia Católica a que sus fieles compartan la comunión con los de otras confesiones cristianas.

Aunque la Conferencia Episcopal Suiza había invitado a un delegado de la Iglesia Reformada Suiza a leer un texto durante la misa, los protestantes lo rechazaron al considerar que era como invitar a uno a comer y no ponerle plato.

Hoy, en uno de los lugares de la Reforma Protestante, tendió una mano a los protestantes para buscar juntos la unidad de los cristianos, algo que considera necesario en este tercer milenio para proclamar el Evangelio.

"Hoy celebramos la Santísima Trinidad, que cada año supone un fuerte llamamiento a la unidad. Es un llamamiento que nos atañe a todos. ¡Cómo no sentir de manera imperiosa la obsesión ecuménica!. Reafirmo la voluntad de avanzar en el difícil camino, pero rico de alegrías, de la plena comunión de todos los creyentes", afirmó el anciano Obispo de Roma, que presentaba aspecto cansado.

El Pontífice mantiene que la separación entre los cristianos es un "escándalo", que quita credibilidad a los seguidores de Cristo a la hora de propagar el Evangelio.

En aras de esa deseada unidad ha pedido en numerosas ocasiones a los católicos que "intensifiquen el ritmo" del ecumenismo, ha reiterado su disponibilidad a que se discuta el papel del Primado de Pedro (el suyo) y ha insistido en que el diálogo ecuménico es "irreversible" a pesar de las dificultades que se puedan presentar.

Juan Pablo II volvió hoy de nuevo a centrar sus atenciones en los jóvenes, a los que considera los centinelas del futuro. Les dijo que ha llegado el tiempo de preparar a las nuevas generaciones de apóstoles "a no tener miedo de proclamar el Evangelio" en el mundo.

Les dijo que espera ser en medio de ellos testimonio de esperanza, "de aquella esperanza que no desilusiona, ya que está basada en el amor de Dios".

El papa Wojtyla aseguró que el mundo actual necesita "un suplemento de esperanza".
Juan Pablo II expresó hoy su alegría por pisar por tercera vez Suiza y la puso bajo la protección de la Virgen María.

Pidió a la Virgen que vele por las familias, custodie el amor conyugal y sostenga la misión de los padres. También le pidió que conforte a los ancianos y les ayude a que sigan prestando a la sociedad su preciosa contribución.

Al contrario que ayer, cuando fue acogido en Berna con gran indiferencia y frialdad (el 72 por ciento de sus habitantes son protestantes), hoy las 70.000 personas reunidas en la explanada Allmend le aclamaron y vitorearon, en medio del ondear de banderas suizas, italianas, españolas, mexicanas, alemanas y de muchos otros países de Europa.

Durante la misa, presida por una gran paloma de la paz, cuatro jóvenes suizos presentaron ampollas con agua de los cuatro ríos de Suiza, símbolo de las cuatros comunidades lingüísticas que la componen (El Ródano por la francesa, el Rhin por la alemana, el Inn por la romanche y el Ticino por la italiana).

Las aguas se mezclaron y después con ese único líquido bendijo a los presentes, para simbolizar la unidad.
En la ceremonia se rezó, además de en los idiomas oficiales, en español, portugués, albanés, rumano y polacos, entre otros, en un país con fuerte presencia de inmigrantes, en su mayoría provenientes del sur de Europa (italianos, españoles, portugueses) y de religión católica.

Ello ha influido en que a pesar de haber sido Suiza uno de los centros del protestantismo, los católicos sean mayoría (el 43,7 por ciento). Los protestantes son el 40 por ciento.

Tras la misa, el Papa almorzará con los obispos suizos y, antes de regresar a Roma, se reunirá a media tarde con la Asociación de los Ex Guardias Suizos Pontificios.

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