VIENA.- El centenario de la muerte de Theodor Herzl, considerado el padre del sionismo, se celebra a partir de hoy con un simposio en el Ayuntamiento de Viena y diversas actividades que analizarán su legado político, con el peligroso resurgir del antisemitismo en el horizonte del debate.
El presidente federal austríaco, Thomas Klestil, aseguró en la apertura del congreso de expertos que Austria puede estar orgullosa de que la idea de un Estado para el pueblo judío haya nacido en Viena.
"A este orgullo se mezcla la amarga conciencia de que los austríacos fueron una parte importante en el peor crimen que se ha cometido contra el pueblo judío, el holocausto", afirmó Klestil.
"La barrera mental para exteriorizar formulaciones racistas o antisemitas no puede caer bajo ningún concepto, ni en Austria, ni en Europa", señaló el máximo dignatario austríaco.
El presidente apuntó que "los cien años de la muerte de Theodor Herzl se celebran en un momento en el que no se puede hablar de una verdadera paz entre personas y pueblos".
Para lograrlo, especialmente en Oriente Medio entre israelíes y palestinos, es preciso "el diálogo, algo que en el judaísmo tiene tanta importancia", según citó Klestil de un texto de Herzl.
El próximo 3 de julio se cumplen cien años de la muerte del polifacético Herzl, jurista, periodista y literato, cuya obra "El Estado de los judíos" (Der Judenstaat) sienta las bases de la reclamación de un Estado propio para el pueblo judío.
"Y un día su sueño se convertirá en realidad. El sueño de un Israel, en el que judíos, cristianos y musulmanes puedan coexistir en paz", afirmó Helmut Zilk, presidente de honor del simposio y ex alcalde de Viena.