KABUL/BERLÍN.- Al menos cuatro civiles, entre ellos dos niños, murieron hoy al explotar una mina accionada por control remoto en la provincia de Kunduz, en el noreste de Afganistán, informaron hoy fuentes militares.
El jefe militar de la región, general Mohammad Daud, explicó que la explosión se produjo cuando pasaba por el lugar un automóvil militar alemán. Sin embargo, en el vehículo, cuyo conductor murió, no había soldados alemanes, agregó.
"Según nuestro informe inicial, murieron cuatro civiles y una joven afgana resultó herida", añadió Daud.
Las informaciones acerca de las víctimas fueron confirmadas por el puesto de mando del Ejército alemán en Potsdam, en las proximidades de Berlín. Un portavoz precisó que entre los muertos no se encontraba ningún integrante de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) que actúa en Afganistán.
Tampoco resultó herido ninguno de los integrantes de la tropa internacional, precisó la fuente alemana.
En la provincia de Kunduz se encuentran destacados unos 250 soldados alemanes, que integran un equipo de reconstrucción regional.
El portavoz en Potsdam precisó además que el explosivo estaba colocado cerca de un jeep alquilado por el Ejército alemán en el lugar y, a diferencia de la versión afgana, aseguró que el vehículo estaba parado en un taller.
Según el gobernador de Kunduz, Mohammed Omar, el artefacto explosivo estaba escondido debajo de un quiosco. En declaraciones a la agencia afgana de prensa AIP, Omar manifestó la convicción de que el atentado fue obra de rebeldes talibán.
Cuatro sospechosos que intentaban dejar la ciudad fueron arrestados en conexión con la explosión, añadió.
Sin embargo, el portavoz alemán afirmó que por el momento no se conoce el trasfondo del atentado y señaló que tanto las autoridades alemanas como las afganas iniciaron investigaciones al respecto.
La fuente militar aseguró además que hasta la fecha Kunduz era considerada una región relativamente estable, si bien las medidas de seguridad en el lugar se mantienen a alto nivel.
Poco después del incidente Naciones Unidas suspendió temporalmente sus operaciones en Kunduz, según comunicó un portavoz.
El jueves de la semana pasada, 11 ciudadanos chinos, que trabajaban en obras viales en la provincia, fueron asesinados mientras dormían; y el 2 de junio, cinco miembros de la organización humanitaria Médicos sin Fronteras murieron asesinados en la provincia de Badghis, en el noroeste del país.
