BUENOS AIRES.- Distintos grupos de desocupados argentinos y uno de los mayores gremios nacionales convocaron para el viernes a una protesta callejera por el asesinato de un miembro de un movimiento popular, en una nueva señal de la creciente tensión social que hay en el país.
“El próximo viernes (...) haremos una marcha por la vida para ponerle freno a los intentos de instalar el clima de violencia, de desestabilización por la vía del crimen, del asesinato impune”, dijo en conferencia de prensa Luis Delía, líder de un movimiento de desocupados aliado al gobierno.
El sábado por la madrugada apareció muerto Martín Cisneros, un miembro del bloque de “piqueteros” -como se denomina a quienes bloquean carreteras en reclamo de subsidios- de Delía, quien luego condujo la toma de una agencia de policía a la que se acusa de haber sido cómplice del asesinato.
Muchos argentinos y hasta algunos ministros del Gobierno del Presidente Néstor Kirchner temen que se instale un clima de violencia, que parte de la ciudadanía adjudica a la política gubernamental de no reprimir las protestas piqueteras en las que se cometen delitos como la ocupación de edificios de empresas.
Además, la muerte de Cisneros desató acusaciones de Delía hacia sectores del gobernante peronismo y de empresarios que en su opinión buscan desestabilizar al gobierno.
El crimen logró unir a los diferentes bloques piqueteros que estaban enfrentados, como el de Delía y el del pintoresco Raúl Castells, dirigente que está enfrentado con Kirchner.
“Nos van a encontrar juntos frente a la violencia”, dijo Delía.
Fabio Basteiro, secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos, explicó que ese gremio -que reúne a la mayoría de los empleados estatales- interrumpirá las tareas el viernes para marchar a plazas en todas las ciudades del país.
El asesinato del piquetero se produjo dos años después de la muerte de dos manifestantes a manos de la policía durante una marcha, que llevó al ex presidente Eduardo Duhalde a adelantar las elecciones presidenciales por temor a que se desbordara la situación en las calles.
Kirchner, quien está de gira por China, dijo recientemente que no ordenará reprimir a las agrupaciones de desocupados porque la institución policial está bajo sospechas de cometer abusos de su fuerza a la hora de controlar las manifestaciones.
