EL CAIRO.- El ministro iraquí de Justicia, Malek Dohan al Hasan, dijo que el derrocado Presidente de Irak, Saddam Hussein, recuperará su libertad inmediatamente si no hay pruebas concluyentes en su contra, en una entrevista que publica hoy el diario árabe internacional "Asharq Al Awsat".
"Saddam Hussein será puesto en libertad inmediatamente en caso de que no se dispongan de las pruebas que respalden las acusaciones que se le imputan", recalcó Hasan.
Respecto a quienes han cuestionado la legalidad del tribunal ante el que compareció ayer el ex dictador iraquí, el ministro indicó que "es el punto de vista de quienes sólo desean la publicidad".
Hasan se refería al abogado jordano Mohamed Rashdan, que encabeza un equipo de 20 letrados jordanos y extranjeros, que ayer anunciaron en Ammán, la capital jordana, su determinación de viajar a Irak para asumir la defensa del ex mandatario iraquí.
El responsable iraquí puntualizó que para que cualquier letrado extranjero tenga derecho a defender a Saddam se requiere de un permiso de la Unión Iraquí de Abogados, "pero la verdad es que hasta ahora nadie lo ha solicitado".
"Saddam tiene el derecho como cualquier acusado de contratar abogados iraquíes, yo recuerdo los nombres de varios letrados iraquíes partidarios de él que podrían asumir su defensa", dijo Salah al ser preguntado que sucederá si nadie se ofrecía para defender a Saddam.
El responsable iraquí, que dijo que sólo el tribunal decidirá si Saddam puede ver a su familia, declinó pronosticar si el ex dictador será condenado a muerte, al decir que eso depende de pruebas concluyentes y el tipo de crímenes que perpetró.
El depuesto presidente de Irak y once altos cargos de su régimen comparecieron ante un juez del Tribunal Especial Iraquí, quien les comunicó los cargos que pesan en su contra.
Entre las acusaciones figuran crímenes contra los kurdos del norte de Irak, por las matanzas de Halabya (1988), y la opresión de las revueltas kurdas y chiíes (1991).
Otro cargos pueden estar relacionados con la guerra contra Irán (1980-88) y la invasión de Kuwait, en 1990.
Saddam Hussein y sus once lugartenientes fueron puestos el miércoles bajo custodia legal del nuevo Gobierno provisional iraquí, aunque permanecen bajo vigilancia de las fuerzas multinacionales.