MADRID.- Apenas ocurridos los atentados del 11 de marzo de este año en Madrid ya existían indicios que apuntaban a la autoría del terrorismo islámico, según se desprende de documentos secretos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) consultados hoy por la comisión parlamentaria española que investiga la masacre terrorista.
Fuentes de varios grupos parlamentarios informaron que uno de los documentos secretos analizado hoy indica que la primera inspección de la furgoneta usada por los autores de la matanza, la misma mañana de la explosión de las bombas en cuatro trenes, reveló la presencia de detonadores.
El hallazgo de los detonadores sirvió posteriormente para abrir la línea de investigación policial que apuntaba al terrorismo islámico.
Según las fuentes, el documento revela que la declaración entregada por los mandos policiales no coincide con las investigaciones, puesto que según la fuerza publica los detonadores se hallaron más tarde.
Los mandos policiales manifestaron que en la furgoneta, hallada por un portero en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, no se encontraron los detonadores, junto a una cinta de audio con versículos del Corán, hasta por la tarde, cuando el vehículo había sido ya trasladado a un complejo policial.
Además, el CNI considera, según dijeron las fuentes, que el mero hecho de abandonar la furgoneta junto con los detonadores, restos de dinamita y la cinta era ya una reivindicación de los ataques, en los que murieron 190 personas y unas 1.500 resultaron heridas.
El gobierno del Partido Popular, del entonces jefe del Ejecutivo José María Aznar, sostuvo durante el día de los atentados que la principal línea de investigación era ETA y no cambió hasta el viernes de esa semana.
