NUEVA DELHI.- El Gobierno de la India teme la ejecución de sus tres ciudadanos rehenes en Irak y se ve forzado a actuar con cautela tras el asesinato, hace dos días, de dos paquistaníes retenidos en ese país.
El grupo autodenominado Portadores de los Estandartes Negros, que había amenazado con ejecutar, uno a uno, a los tres rehenes indios, a partir de las 19:00 horas de hoy, viernes, en Irak (15:00 GMT), ha retirado el plazo fijado, lo que da al Gobierno más tiempo para continuar las negociaciones.
La retirada del plazo límite fue anunciada horas después de que el líder tribal iraquí Sheij Hisham al Dulaimi, mediador entre los secuestradores y el gobierno indio, asegurase que había solicitado al grupo que no cumpliera su amenaza y que ampliase el plazo, para permitir que continúen las negociaciones.
Dulaimi aseguró también que la embajada de la India en Irak está trabajando para conseguir la liberación de los tres ciudadanos indios, Antaryami, Sujdev Singh y Tilak Raj, secuestrados junto a dos kenianos y un egipcio hace poco más de una semana.
El grupo formado para la gestión de la crisis, que encabeza el ministro de estado de Asuntos Exteriores de la India, E. Ahamed, se reunió durante varias horas esta mañana en Nueva Delhi y anunció que está "siguiendo de cerca la situación" y que "continúan los esfuerzos para lograr que el incidente tenga un final feliz".
El grupo manifestó su preocupación por las "imágenes desconcertantes" mostradas anoche en un vídeo enviado por los captores al canal estatal de televisión "Doordarshan".
La grabación mostraba a Antaryami, uno de los secuestrados, vestido con un traje de color naranja, temblando ante un hombre enmascarado que apuntaba a su cabeza con un fusil.
Los grupos radicales islámicos de Irak han vestido a sus rehenes en ese tipo de traje, parecido a lo que llevan puesto los presos en los centros de detención estadounidenses, en varias ocasiones anteriores, muchas de ellas antes de decapitarlos.
Uno de los principales coaligados del Gobierno indio, el Partido Comunista de la India-Marxista (CPI-M), exigió hoy al ejecutivo que haga una declaración categórica de que la India no permitirá a sus nacionales viajar directamente a Irak ni trabajar indirectamente en actividades relacionadas con las fuerzas estadounidenses y sus aliados en el país.
Por otra parte, los familiares de los rehenes junto con centenares de personas, se manifestaron hoy en Nueva Delhi y en los estados norteños indios de Himachal Pradesh y Punjab, de donde proceden los secuestrados, para exigir al Gobierno que cumpla con las demandas de los secuestradores para conseguir su liberación.
Tras el asesinato, hace dos días, de dos rehenes pakistaníes en Irak, que causó gran conmoción en la India, el Gobierno mantiene una actitud cautelosa en sus declaraciones, no ha condenado el crimen y se ha limitado a pedir a sus ciudadanos que no viajen a la zona "en vista de la grave situación actual de la seguridad en ese país".
El pasado 15 de abril, el Gobierno indio prohibió el traslado de emigrantes a Irak y anunció que "la prohibición sólo se levantará cuando la seguridad mejore".
La empresa de transportes Kuwait and Gulf Link Transport Company (KGL), con sede en Kuwait, para la que trabajan los indios secuestrados también ha asegurado que continúa sus gestiones para conseguir la libertad de sus empleados.
