BAGDAD.- El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, llegó hoy a Bagdad en una inesperada visita después de estar en el vecino Kuwait, según confirmó un portavoz de la embajada norteamericana en la capital iraquí.
Tras reunirse con el Presidente iraquí, Gazi al Yawar, así como con el viceprimer ministro, Barham Saleh, y varios miembros del gobierno de transición del país, Powell prometió "acelerar la transferencia de dinero del fondo de reconstrucción para que se concluya el trabajo".
La visita de Powell se produce en el marco de una nueva ola de actos violentos y secuestros. En combates entre insurgentes y tropas estadounidenses, anoche murieron 13 iraquíes en Falluya, según confirmó hoy el Ejército norteamericano. Además, un coche bomba acabó ayer con la vida de 70 personas en Bakuba.
Powell alabó el gran valor personal de los miembros del gobierno de transición. "Se juegan cada día su vida", dijo en referencia a los atentados contra miembros del gobierno y altos funcionarios. "No van a conseguir doblegarlos", agregó.
"Los insurgentes, los terroristas, van a ser vencidos", afirmó, y agregó que Estados Unidos, que sigue manteniendo a 140 mil soldados en Irak, ayudará al gobierno de este país en todo lo que necesite.
Por otra parte, señaló que la influencia de Teherán en los acontecimientos en Irak no es bienvenida. "Aunque Irán tiene un gran potencial para convertirse en un factor estabilizador en Irak, no nos sentiríamos a gusto debido a algunas de sus actividades en el sur de Irak", dijo. Estas acciones, explicó, tienen como objetivo aumentar su influencia.
Además calificó de "idea interesante" la propuesta realizada la víspera por el gobierno saudí durante su visita a Riad de enviar tropas musulmanas a Irak. Sin embargo, advirtió que para hacerla realidad se tienen que cumplir "diversas condiciones previas", indicando que al final será el gobierno iraquí quién tenga que decidir sobre el asunto.
Powell discutió el mismo tema con el Primer Ministro iraquí de transición, Iyad Allawi, que coincidió con él.
El jefe de la diplomacia norteamericana realizó su visita a Bagdad exactamente un día después de que se aplazara hasta dentro de dos semanas la Conferencia Nacional iraquí que tenía que comenzar mañana sábado.
En este sentido, restó importancia al aplazamiento, que calificó de "pequeño retraso". "Fue una decisión adecuada", dijo durante la rueda de prensa, "para asegurar que se realicen los preparativos necesarios".
Por su parte, el viceprimer ministro iraquí Saleh anunció que hasta fines de año se destinarán 9 mil millones de dólares a proyectos en el país, lo que ayudará a crear muchos puestos de trabajo.
En noviembre, el Congreso estadounidense aprobó un paquete de 18.400 millones de dólares para ayuda a la reconstrucción en Irak. Hasta el momento, sin embargo, tan sólo han llegado a Irak apenas 500 millones de dólares.
