JAPÓN.- La monarquía japonesa comunicó hoy que la princesa Masako, que estuvo enferma durante una larga temporada, podría asistir a la boda del príncipe heredero de Brunei, Al-Muhtadee Billah, junto a su marido, el príncipe Naruhito, heredero del trono japonés.
La princesa decidirá si concurre a la ceremonia, que tendrá lugar en septiembre en el país del sudeste asiático, luego de consultar con sus médicos.
Si se confirma su asistencia, sería la primera vez desde diciembre que la princesa Masako cumple con un compromiso oficial. La princesa, de 40 años, no ha asistido a ningún acto público en ocho meses.
En ese tiempo, la agencia imperial, que se ocupa de administrar la casa imperial japonesa, no ha dado a conocer muchos datos sobre su estado de salud. Sólo se ha limitado a comunicar que Masako sufría de herpes, generado por el estrés y la fatiga.
El mes pasado, la conservadora agencia anunció que los médicos diagnosticaron a Masako ansiedad y depresión, ocasionadas por el estrés que le produjo el hecho de no integrarse a las rígidas reglas de la casa imperial.
La agencia señaló que la princesa Masako "se enfrentó al estrés a causa de su status especial como princesa heredera, a problemas con un embarazo y un aborto, y a su atareada vida, en la que tiene dificultades para separar lo público de lo privado".
La preocupación de los japoneses por la enfermedad de Masako aumentó en las últimas semanas con los rumores sobre un posible divorcio en el caso de que no dé a luz un heredero varón.
Tras un aborto en 1999, la pareja real tuvo una niña, la princesa Aiko, en diciembre de 2001. La ley japonesa actualmente no permite que una mujer herede el trono.
Masako, una ex diplomática, se casó con el príncipe Naruhito en 1993.