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El milagro de la recién nacida más pequeña de la medicina moderna

La supervivencia de Madeline Mann "no fue un milagro; lo fue su desarrollo", dijo su médico Jonathan Muraskas, del hospital universitario de Loyola, en Maywood, Illinois.

18 de Agosto de 2004 | 21:23 | AP
BOSTON.— Madeline Mann llegó a pesar en una época menos que una lata de gaseosa y se convirtió en la recién nacida más pequeña que la medicina moderna haya visto hasta el presente. La próxima semana, Mann ingresará a la escuela secundaria siendo una niña saludable, que toca el violín, rueda sobre patines y estudiante con honores.

"Su supervivencia no fue un milagro; lo fue su desarrollo", dijo el médico Jonathan Muraskas, del hospital universitario de Loyola, en Maywood, Illinois. El galeno la trató desde que era bebé y detalló su desarrollo en una carta que publica el jueves el New England Journal of Medicine.

Cuando nació tras apenas 27 semanas de gestación, la niña era diminuta; pesaba 280,7 gramos, menos que cualquier recién nacido que haya sobrevivido. Su altura era de 25 centímetros, mucho menos que una pelota de fútbol.

A pesar de lo delicado de su estado de salud, varios factores influyeron en su supervivencia. Era una niña, y la niñas prematuras suelen responder mejor que los varones. Asimismo, bebés que han nacido prematuramente, inclusive después de 22 semanas de embarazo, también sobreviven. Hoy en día, el 90% de los recién nacidos sobrevive tras 27 semanas de embarazo.

Claro que la supervivencia solamente es el primer obstáculo. Posibles males, como la ceguera, o el retraso mental, suelen ser comunes entre bebés prematuros. Madeline, de 15 años, apenas sufre de asma. Y sigue siendo muy bajita y delgada para su edad: 27 kilos y mide 1,24 metros.

Sus padres la concibieron por inseminación artificial. Su madre de 36 años desarrolló preeclampsia, una condición peligrosa que eleva la presión arterial y aprieta el flujo de sangre que le llega al feto. A raíz de ello los doctores decidieron practicarle una cesárea 13 semanas antes de dar a luz.

Los doctores le colocaron un tubo respiratorio con oxígeno los primeros días. "Uno se preocupa, mecánicamente, si se va a poder colocarle el tubo en su diminuta traquea. Pero no tuve problema", dijo Muraskas.

En los siguientes años, la niña tuvo un desarrollo normal. La única vez que retornó al hospital fue a los 4 años, por una neumonía.

No obstante, los médicos han querido dejar claro que el ejemplo de Madeline no implica que los niños muy prematuros bien cuidados tienen posibilidades de sobrevivir. Con frecuencia no lo hacen.

"Estos milagros pueden propagar falsas expectativas", advirtieron los médicos de la niña en la revista médica.
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