ISLAMABAD.- Las autoridades de Islamabad ignoran el paradero del líder de Al Qaida, Osama Bin Laden, y sus lugartenientes, que en diversas ocasiones se ha apuntado que podrían estar en territorio de Pakistán, dijo hoy, martes, a EFE el portavoz de las Fuerzas Armadas paquistaníes, general Shaukat Sultán.
"La presencia de ’objetivos importantes’ (de Al Qaida) en esa zona (el área tribal paquistaní de la frontera con Afganistán) es una mera suposición, ya que no tenemos ninguna información que lo confirme", afirmó Sultán.
Sin embargo, el portavoz militar recalcó que varios cientos de supuestos terroristas relacionados con la organización terrorista islámica Al Qaida, "uzbekos y chechenes, y algunos árabes, la mayoría de entre 20 y 40 años", están en la región de Waziristán, fronteriza con Afganistán, donde las tropas paquistaníes combaten contra ellos.
La cifra de 600 supuestos combatientes integristas islámicos extranjeros, apuntada en marzo pasado por el presidente de Pakistán, general Pervez Musharraf, le parece a Sultán "indicativa", aunque considera que puede haber variaciones, "ya que la frontera con Afganistán es una zona porosa", que pueden atravesar los miembros de Al Qaida, "y contarlos no es una mera cuestión matemática".
Desde octubre pasado, cuando se intensificaron las operaciones contra los supuestos refugios de Al Qaida en la zona tribal autónoma del Sur de Waziristán, "unos 150 terroristas extranjeros han resultado muertos y muchos más han sido detenidos" por las Fuerzas Armadas y de seguridad paquistaníes, agregó.
Las últimas operaciones militares contra los rebeldes integristas en Waziristán, iniciadas hace cinco días y en las que según habitantes de la zona murieron cerca de un centenar de personas en las primeras horas, "todavía continúan y es difícil saber cuánto durarán", recalcó.
Pese a las informaciones de la población local, Sultán redujo el número de fallecidos en los últimos días en esas operaciones a "entre seis y ocho terroristas y tres soldados".
Admitió que en las operaciones contra los grupos insurrectos se han producido víctimas civiles, aunque responsabilizó de su muerte a "ataques de los terroristas".
"Los terroristas tratan de refugiarse entre la población local, pero las fuerzas de seguridad atacan objetivos precisos para evitar víctimas civiles", agregó.
También insinúo que los servicios secretos de la India, país rival de Pakistán desde la independencia de ambos estados del Reino Unido en 1947, están implicados en la actuación de grupos terroristas en la zona paquistaní fronteriza con Afganistán.
"La India ha abierto cuatro o cinco consulados (en Afganistán) en la frontera con Pakistán, que no tienen funciones políticas ni diplomáticas, por lo que es fácil imaginar lo que hacen", apuntó Sultán.
En cualquier caso, Sultán recalcó que Pakistán "no permitirá que se utilice su territorio para desestabilizar Afganistán", por lo que seguirá su actuación contra los grupos terroristas integristas islámicos.
Recordó, asimismo, que las autoridades paquistaníes han tratado de buscar una solución política para estos problemas" y han dado "a los combatientes extranjeros y sus partidarios locales muchas oportunidades para retirarse, que no han aprovechado".
"Si no actuamos contra estos terroristas y mantenemos los ojos cerrados, en la actual situación internacional se podría pensar que estamos de su lado", concluyó.
Desde la caída del régimen ultraintegrista islámico Talibán en Afganistán, a finales de 2001, Pakistán de ha convertido en uno de los principales colaboradores de Estados Unidos en la lucha antiterrorista internacional emprendida por Washington.
Más de 600 supuestos miembros de Al Qaida han sido detenidos en Pakistán en los últimos tres años y la casi totalidad de ellos han sido entregados a las autoridades estadounidenses.
