SAMARRA.- Las fuerzas estadounidenses y el Gobierno iraquí proclamaron hoy su victoria en Samarra, la ciudad rebelde al norte de Bagdad, primer paso del programa de reconquista de las zonas controladas por grupos de resistencia, previsto antes de las elecciones de enero próximo en todo el país.
Sin embargo, un portavoz de los religiosos sunnitas expresó que las tropas estadounidenses cometieron una "masacre" en esa ciudad.
"Esta fue una operación que tuvo éxito... Estamos muy confiados en que el futuro de Samarra será bueno", dijo a CNN el general John Batiste, comandante de la Primera División de Infantería, que condujo la ofensiva.
"Terminó en Samarra", expresó por su lado el ministro de Defensa iraquí, Hazem Shaalan, a la cadena de televisión Al-Jazira. El viernes pasado unos 3.000 soldados estadounidenses y 2.000 iraquíes tomaron por asalto la ciudad, con el objetivo de eliminar al millar de guerrilleros que allí habían encontrado refugio.
En 36 horas de batalla, murieron 125 milicianos iraquíes y otros 88 fueron tomados prisioneros, informaron fuentes militares norteamericanas. Habitantes de la ciudad dijeron que muchos cadáveres fueron abandonados en las calles, por temor a que francotiradores dispararan sobre los grupos de rescate.
Las fuentes militares dijeron que sólo el 10 por ciento de las víctimas son civiles.
Samarra, donde rige el toque de queda desde esta madrugada, amaneció hoy en un 70 por ciento en manos de las fuerzas gubernamentales y estadounidenses.
Las operaciones militares continuarán, dijo un portavoz de la Primera División de Infantería.
La operación fue duramente condenada por el Comité de los Ulema iraquí, formado por religiosos sunnitas: "Asistimos a una nueva masacre en Samarra", dijo el portavoz del comité, Mohammed Bashar al Faidi.
"Se trata del último de los numerosos actos criminales cometidos por la nación más terrorista del mundo, los Estados Unidos", agregó.
