"La lucha armada triunfará", habrían sido las últimas palabras del legendario guerrillero.
MIAMI.- Mario Riveron, ex jefe de operaciones de la CIA en Miami, quien organizó en Bolivia la captura del guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara, reveló que fue Fidel Castro "quien nos lo entregó", al cumplirse hoy 37 años de la muerte del legendario comandante de la Revolución Cubana.
En una rara aparición en la televisión de Miami, Riveron reveló que "para bien o para mal" se dedicó durante décadas en la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos a resumir en fichas "toda la vida del Che, desde su nacimiento hasta su muerte".
"En Miami supimos que el Che estaba en Bolivia sin ninguna duda cuando cotejamos los bosquejos de rostros de los guerrilleros realizados por el argentino Ciro Bustos", detenido junto con el francés Regis Debray en Muyupampa en abril de 1968, dijo Riveron.
Señaló que "en Bolivia nadie conocía esos rostros, pero en Miami sí, por eso identificamos a los hombres del Che y confirmamos que éste estaba en Bolivia".
"Fue sólo una confirmación, porque ya antes sabíamos que el Partido Comunista de Bolivia, a través de su jefe Mario Monje, había decidido sabotear a la guerrilla denunciando la presencia del Che a Moscú. Y Monje, dos veces antes de ir a Moscú (donde después se radicó), se reunió con Fidel Castro", dijo.
Riveron, que recordó que antes de su viaje a Bolivia el Che puso en aprietos las relaciones cubano-soviéticas al haber golpeado "con sus puños a un embajador soviético en Argelia", dijo que no tenía duda de que Castro "fue quien nos lo entregó".
Rodríguez, que interrogó al Che horas antes de su asesinato por el sargento Mario Terán, dijo que el guerrillero parecía haberse dado cuenta de eso en su hora final cuando le pidió que le dijera a Castro que "la lucha armada triunfará". Rodríguez sostuvo que el Che lo dijo de una forma "irónica".
Ambos coincidieron en que las órdenes que tenían de sus superiores eran las de capturar vivo al Che, pero que el alto mando militar boliviano había decidido matarlo. "Un prisionero habla tarde o temprano, un muerto no", dijo Riveron.
"Al mediodía del 9 de octubre se me acercó la maestra de la escuela de la Higuera y me preguntó que a qué hora íbamos a matar al Che porque lo había escuchado en la radio de que había muerto por heridas en combate", recordó Rodríguez.
"Fue cuando supe que el Che sería muerto", dijo Rodríguez, que aseguró haberse esforzado para que el guerrillero conservara la vida. Recordó que lo último que le pidió a Terán fue que los disparos fueran debajo de la cabeza para justificar el parte oficial.
Riveron señaló que "hubo malestar en la CIA" cuando se supo que habían matado al Che.
Reveló que uno de los mitos es que el Che quería armar una guerrilla en Bolivia. "Lo que él se proponía era crear un foco de entrenamiento en ese país, porque su verdadero objetivo era desarrollar un movimiento guerrillero en Argentina", aseguró.
Riveron opinó que ni "Castro ni el Che eran ni son comunistas. Castro es fidelista y el Che guevarista. Creen en ellos y en lo que hacen y en nadie más".
Ambos dijeron que "Tania" (Haydee Tamara Bunke Bider), la guerrillera alemana-argentina muerta en Vado del Yeso, era una persona muy inteligente pero que era agente doble. "No sólo fue amante del Che y otros guerrilleros, sino de (el presidente de Bolivia en esa época, Rene) Barrientos Ortuño", dijo Riveron.
Alabaron al coronel de la policía boliviana Roberto "Toto" Quintanilla como el "verdadero cerebro" que destruyó la guerrilla del Che Guevara. "Era un hombre extremadamente inteligente", dijo Riveron.
Quintanilla fue asesinado años más tarde, cuando ocupaba el cargo de cónsul de Bolivia en Hamburgo, lo mismo que lo fue en París el general Joaquín Zenteno Anaya cuando era embajador de Bolivia en Francia. Este último tuvo bajo su jurisdicción la tropas que capturaron y mataron al Che.
Según Riveron, esos asesinatos "fueron ordenados por Castro y ejecutados por hombres dirigidos por el coronel Tony de la Guardia", fusilado en Cuba hace una década junto con el general Arnaldo Ochoa.