LONDRES.- Científicos británicos se mostraron hoy alarmados por el rápido incremento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre, que no tiene precedentes históricos.
Fuentes del centro meteorológico de Hardley (Reino Unido) formularon la hipótesis de que ese preocupante incremento podía deberse en parte a la deforestación de muchas zonas del planeta.
Chris Jones, experto de ese centro consultado hoy por EFE, señaló que ’’los incendios forestales en el hemisferio norte y el caluroso verano europeo en 2003 redujeron la población vegetal -encargada de absorber parte del carbono-, por lo que una cantidad mayor de este gas pasó directamente a la atmósfera’’.
Según datos proporcionados por el Observatorio del volcán de Mauna Loa en Hawaii -situado a más de tres kilómetros y medio de altitud- durante dos años consecutivos, 2002 y 2003, el dióxido de carbono acumulado en la atmósfera -causante del calentamiento del planeta- ha aumentado en más de dos partes por millón, cuando hasta ahora el incremento era de 2 partes por millón por año.
La media de emisión se superó en los años 1973, 1988, 1994 y 1998, todos ellos coincidiendo con el fenómeno natural de ’’El Niño’’, una variación atmosférica-oceanográfica cíclica que provoca fuertes temporales y con efectos que de dimensión mundial porque generan nevadas y sequías en varias regiones del planeta.
Sin embargo, en esta ocasión este fenómeno climático no explica el incremento del carbono en la atmósfera.
Charles Keeling, de 74 años y físico de la Universidad de California en San Diego, es el hombre que comenzó a recoger los niveles de carbono en la atmósfera en 1958 y considera que ’’estamos ante todo un fenómeno’’ que ’’puede suponer el principio de un proceso natural sin precedentes’’.
David King, consejero de Tony Blair en temas de medio ambiente, tratará mañana estos alarmantes datos y la necesidad de pasar a la acción, en una conferencia de la organización ecologista Greenpeace en la ’’Royal Academy of Arts’’ de Londres.
El medio ambiente y la pobreza en Africa son, por otro lado, los dos ejes principales de la política del Reino Unido el año que viene, cuando el país asuma la doble presidencia del G-8 (grupo de países más industrializados) y de la Unión Europea (UE), esta última durante el segundo semestre.