BENTOTA.- Los primeros brotes de cólera se han registrado hoy en Sri Lanka, seis días depués del devastador maremoto en el sur de Asia, según confirmó a dpa el portavoz de la organización humanitaria World Vision, Soenke Weiss.
En el campamento de acogida instalado en la ciudad de Galle, el médico local ha diagnosticado cuatro casos de la enfermedad. "Tememos que el cólera se expanda en la región como un reguero de pólvora", dijo.
En el campamento hay unas 1.500 personas, entre ellas entre 300 y 500 niños huérfanos. Galle se encuentra a unos 120 kilómetros al sur de la capital de Sri Lanka, Colombo.
En Indonesia, medios locales informaron que unos 200 supervivientes internados en un campamento de acogida en la isla de Sumatra han manifestado síntomas de la enfermedad. Según el periódico "Media Indonesia", que cita fuentes médicas, los socorristas que trabajan en el lugar se quejan de la falta de agua potable y malas condiciones higiénicas.
Cientos de miles de supervivientes y damnificados en la provincia de Aceh, en Sumatra, se encuentran tan debilitados que no tendrán ninguna oportunidad de resistir a una epidemia. Especialmente niños y ancianos corren grave peligro, señaló la organización humanitaria Care International desde la devastada capital provincial Banda Aceh.
La organización informó que ya muchos niños en Indonesia están padeciendo diarreas severas y necesitan ayuda con urgencia. Advirtió de la combinación fatal que supone el hecho de que el agua del mar haya inundado el sistema de agua potable, a lo que se suma el clima cálido y húmedo propio de la región en época de lluvias y los innumerables cadáveres a la intemperie. Alerta asimismo de que el agua que la población tiene actualmente a su disposición contiene más de 50 agentes patógenos.
La entrega de ayuda a los afectados por los tsunamis es ya una carrera contra el tiempo, y hasta ahora es accesible sólo un tercio de las zonas asoladas por el fenómeno.
El cólera comienza con severas diarreas, y se transforma en infección principalmente por la contaminación del agua que beben los afectados con desechos fecales. Los vómitos y diarrea llevan a una gran pérdida de líquidos que el cuerpo necesita, lo que puede ocasionar problemas en la circulación sanguínea.
La portavoz de la organización de ayuda Oxfam, Mona Lonzo, dijo hoy en Medan, en el noreste de Sumatra: "El transporte, las comunicaciones, todo ha sido destruido". Hace dos días que no es posible llevar instalaciones sanitarias y agua potable a las regiones devastadas, apuntó.