INGLATERRA.- La Casa Real Británica volvió a tensar su relación con la amante del príncipe Carlos, Camilla Parker Bowles, al obligarla a sentarse separada del heredero al trono por orden de la reina, en el funeral privado en memoria de sir Agnus Ogilvy, esposo de la princesa Alexandra de Kent.
Ambos llegaron ayer a la capilla de St. George, en Windsor, pero Camila tuvo que presenciar el funeral sentada varias filas detrás de Carlos, junto al resto de los invitados.
La firme decisión de la reina Isabel, amparada en el protocolo, confirma que la relación entre Carlos y Camila está lejos de ser oficial y aceptada por la familia Real, según informó este jueves el británico Daily Express.