WASHINGTON.- El Presidente estadounidense, George W. Bush, expresó que "uno no puede ser mandatario sin una relación con Dios", según declaró en una entrevista que publica hoy el periódico "The Washington Times".
Bush siempre ha hecho gala de ser creyente y a menudo describe cómo recuperó la religión tras cumplir los cuarenta años, edad en la que dejó de tomar alcohol tras un ultimátum de su esposa, Laura.
Durante su mandato ha promovido las llamadas iniciativas "basadas en la fe", que permiten dotar de subvenciones federales a las organizaciones religiosas, para que las destinen a sus programas de asistencia social.
A lo largo de su mandato, el Gobierno estadounidense ha dado a estas organizaciones cerca de mil 200 millones de dólares y Bush quiere ampliar este programa durante su segundo período.
Según declara al periódico, Bush no percibe estas medidas como actos de imponer la religión a los ciudadanos.
Según él, una de sus responsabilidades como Jefe de Estado es "proteger el derecho de culto, o de no creer, para que la gente sea libre de optar por lo que prefiera".
"Por otro lado, no veo, al menos desde mi punto de vista, cómo uno puede ser presidente sin una relación con el Señor", declaró Bush, quien siempre concluye sus discursos con la misma frase: "Que Dios continúe bendiciendo a Estados Unidos".
El Mandatario estadounidense se refirió en varias ocasiones a cómo reza para pedir inspiración a Dios a la hora de tomar decisiones difíciles. Una de las primeras cosas que hace al levantarse, según ha dicho, es orar.
Durante el proceso de elecciones primarias en los comicios de 2000, el entonces ex gobernador de Texas respondió sin dudar en el transcurso de un debate, cuando se le preguntó a qué pensador o filósofo de la historia admiraba más: "A Jesucristo, porque cambió mi vida", dijo.