JERUSALEN.- Israel reanudó la construcción de uno de los más polémicos segmentos del muro en Cisjordania en una decisión que, según dijeron hoy los palestinos, dificultaba los esfuerzos del nuevo presidente Mahmoud Abbas para reavivar la paz.
El fiscal general de Israel aprobó la construcción de un segmento de 4 kilómetros de largo en una nueva dirección cerca del gran asentamiento judío de Ariel, después que los residentes palestinos de la localidad adyacente de Salfit protestaran ante la justicia contra la expropiación de tierras.
"Cómo vamos a convencer a nuestra gente y a las facciones de que intentamos terminar con la ocupación mientras Israel está imponiendo hechos en el territorio", dijo el ministro de gabinete palestino Saeb Erekat.
"Esto tendrá un impacto negativo en nuestros esfuerzos por llegar a un cese del fuego", añadió.
El presidente palestino Mahmoud Abbas concluyó hoy una semana de conversaciones de tregua con los radicales en Gaza sin ningún acuerdo formal pero con una importante reducción de la violencia en el área.
Israel ya ha construido un tercio de la barrera de 600 kilómetros, que dice es necesaria para mantener alejados de las ciudades a los atacantes suicidas. El segmento cercano a Ariel se encuentra bastante adentro del territorio ocupado.
La Corte Internacional de Justicia dijo que es ilegal la construcción de la red de alambre de púas electrificado y paredes de concreto en territorios ocupados. Los palestinos dijeron que el proyecto era una apropiación de tierra que impedía la creación de un estado.
Un tribunal israelí había ordenado detener en junio el trabajo en la barrera alrededor de Ariel después que se presentó una apelación, y pidió a ambos bandos que resolvieran la cuestión a través de negociaciones.
Posteriormente se hicieron modificaciones al trayecto - uno de los más disputados porque se adentra mucho en el territorio ocupado - aunque el alcalde de Salfit negara el lunes haber llegado a un acuerdo con las autoridades israelíes.
Mushir al-Masri, portavoz de la agrupación radical Hamas en Gaza, condenó la barrera pero no aclaró si el nuevo trabajo de construcción podría interrumpir los esfuerzos de un cese del fuego.
Calma
El fin a un baño de sangre de más de cuatro años es clave para revivir el denominado plan de paz "hoja de ruta", que comprende la creación de un estado palestino junto a un seguro Israel.
"Está claro que hay una calma en el terreno como parte de una iniciativa palestina", dijo Ziad Abu Amr, un negociador de la Autoridad Palestina con los grupos radicales en Gaza.
"Esta calma puede ser el preámbulo de una tregua si Israel acepta las condiciones palestinas", dijo a Reuters.
Las demandas palestinas a Israel exigen un alto en los ataques a los radicales y la liberación de los prisioneros palestinos de las cárceles israelíes.
Israel ha dicho que no aceptará un acuerdo formal de cese del fuego con los grupos radicales, algunos de los cuales han jurado destruir a Israel, pero que respondería de la misma forma a un cese de la violencia.
Giora Eiland, jefe del Consejo de Seguridad Nacional, señaló que el ejército no realizará operaciones durante el tiempo que Abbas, quien regresará más tarde a la ciudad cisjordana de Ramalá, busque una tregua.
"Creo que en los próximos días todo lo que no es absolutamente esencial realizar (inmediatamente) puede ser postergado", dijo Eiland a Radio Ejército, en referencia a las operaciones militares.
Abbas viajará en la semana a Egipto y Jordania, las dos únicas naciones árabes que firmaron acuerdos de paz con Israel, para informar acerca de sus avances para un cese al fuego.
Abbas fue elegido presidente el 9 de enero tras una campaña en la que prometió terminar con la lucha armada y buscar la creación de un estado palestino.
"Ahora el balón está en campo israelí y si la comunidad internacional realmente busca calma y estabilidad tiene que presionar a Israel para que acepte detener sus ataques, para poder reanudar el proceso político", dijo Abu Amr.
