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Tres muertos por motín en cárcel de Argentina

El director del recinto y 20 guardias están en poder de los presos.

10 de Febrero de 2005 | 20:41 | EFE
Buenos Aires.- Al menos tres presos murieron cuando un grupo de reclusos amotinados en una cárcel de la provincia argentina de Córdoba intentó fugarse a bordo de un camión con un guardia como rehén y fueron repelidos por la policía.

Unos 28 internos, que llevaban unas seis horas amotinados, tomaron un camión y lograron atravesar el alambrado de perímetro de la cárcel, situada en el barrio San Martín de la ciudad de Córdoba, 715 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.

El intento de fuga desató un fuerte intercambio de disparos de armas de fuego entre los presos y la policía apostada en el lugar.

Además de los tres muertos, nueve policías y un recluso que participaron en el tiroteo fueron ingresados con heridas de distinta gravedad en el hospital zonal, en tanto que otra veintena de heridos fueron trasladado a otros centros de salud.

El presidente argentino, Néstor Kirchner, se encuentra esta noche reunido con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para analizar la situación creada en la cárcel de Córdoba a raíz de la demanda de mejores condiciones de reclusión y del régimen de visitas.

La revuelta se inició en horas de la tarde cuando los dos mil presos del penal se encontraban en horario de visitas, confirmaron a la prensa fuentes del Servicio Penitenciario de la provincia de Córdoba (centro del país).

"El director (de la cárcel) nunca nos escucha, nunca nos atiende, hay oficiales que nos hostigan", dijo uno de los reclusos a Radio Universidad de Córdoba.

Los presos tomaron como rehenes a unas 25 personas, entre ellas el director de la cárcel, Emilio Corso, y se apropiaron de fusiles, pistolas y ametralladoras de la sala de armas del penal, donde gran numero de recluso están condenados a cadena perpetua.

Los amotinados mostraron a dos guardias con heridas en las piernas y en los brazos y amenazaron con arrojar a uno de ellos desde la azotea.

Unos 50 familiares de los internos permanecen en el interior de la penitenciaría y otro grupo de familiares que estaba en los alrededores del complejo a la espera de novedades fue dispersado por la policía mediante balas de goma.

La gendarmería (policía de frontera) envío 120 de sus agentes a las inmediaciones del recinto carcelario para reforzar la operación de seguridad que intenta controlar el motín.

Los internos, parapetados en la azotea del penal, continúan disparando hacía la policía mientras se pueden ver desde fuera de la cárcel fuego sobre la terraza de la prisión por la quema de colchones y muebles.
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