BRUSELAS.- La OTAN podría anunciar durante su reunión cumbre el próximo martes que los 26 miembros de la alianza atlántica han acordado finalmente contribuir al adiestramiento de las fuerzas de seguridad iraquíes, aún cuando algunos países sólo trabajarán fuera de Irak, o sólo se limitarán a cubrir los costos.
La misión es de una escala modesta. La Organización del Tratado del Atlántico Norte, la coalición militar más poderosa del mundo, ha tenido problemas para obtener los 160 instructores que requiere a fin de completar la primera fase del operativo, que ofrece adiestramiento a oficiales de alto rango dentro de la fuertemente custodiada "Zona Verde" de Bagdad.
Sin embargo, los líderes de la alianza tienen esperanzas de que la decisión de todos los miembros de la OTAN de participar será una muestra de unidad política cuando el presidente norteamericano George W. Bush se reúna con los aliados europeos en un intento de superar las divisiones causadas por la guerra en Irak.
"Todos los gobiernos integrantes de la OTAN tratan de determinar la mejor manera de respaldar al nuevo gobierno" iraquí, dijo el secretario general de la organización, Jaap de Hoop Scheffer, durante una reunión de ministros de defensa la semana pasada. "Es mi intención y la de todos los aliados que para el momento de la cumbre, el 22 de febrero, todos los aliados de la OTAN respalden el operativo de adiestramiento".
Pero la unidad trae consigo condiciones. Miembros de la OTAN que se opusieron a la invasión de Irak, encabezados por Francia y Alemania, se han negado a enviar soldados a la nación árabe. Eso significa que sus contribuciones se limitarán a financiar el operativo, o a adiestrar militares fuera de Irak.
Sin embargo, la OTAN piensa anunciar que la participación de los 26 aliados es una victoria de la organización, factible de despejar el camino para la próxima misión: establecer una academia militar en los suburbios de Bagdad.
