
Marcha contra la ocupación.
BEIRUT.- Convocados por la oposición, unos 10.000 libaneses se manifestaban este lunes en Beirut para poner fin a la tutela siria sobre el Líbano, pidiendo la dimisión del gobierno, mientras que el poder (pro-sirio) aceptó cooperar con la ONU sobre las causas del atentado del 14 de febrero.
Esta marcha tiene lugar justo una semana después del asesinato en Beirut del ex Primer Ministro Rafic Hariri, por quien los manifestantes guardaron un minuto de silencio a las 12:55 (10:55 GMT), la hora exacta del atentado.
Varios miles de personas, con los diputados de la oposición en cabeza, se manifestaron pacíficamente en el lugar del atentado, gritando eslóganes hostiles a Siria y a su Presidente Bachar al-Assad.
Con bufandas rojas y blancas, símbolo de su "levantamiento pacífico por la independencia", los manifestantes llegaron en grupos al lugar donde murió Hariri.
Llevando pancartas en las que se podía leer "Líbano 05" (año 2005) y ramas de olivo, muchos gritaban: "Siria fuera", lanzando insultos personales contra el Presidente sirio y pidiendo la retirada de los 14.000 soldados sirios estacionados en Líbano desde hace 30 años.
"¿Quién será el próximo en ser asesinado?", gritaban algunos manifestantes.
Familias enteras participaron en la concentración junto con los estudiantes, algunos de los cuales llevaban banderas de sus partidos y retratos de Hariri, así como de personalidades políticas asesinadas durante la guerra civil (1975-1990), como el antiguo Presidente aliado de Israel y anti-sirio asesinado en 1982 Bachir Gemayel y el jefe de la izquierda libanesa Kamal Joumblatt muerto en 1977 cerca un control sirio.
La manifestación se desarrollaba pacíficamente, bajo la atenta vigilancia del fuerte dispositivo de seguridad desplegado por el ejército y la policía libaneses en pleno centro de Beirut, donde tuvo lugar el atentado.