LONDRES.- Una calcomanía, un imán para el refrigerador, quizás unos platos. Por ahora la inminente boda del príncipe Carlos con Camilla suscita un entusiasmo muy moderado entre los vendedores de recuerdos.
El célebre fabricante Wedgwood, que en ocasiones como ésta produce gamas enteras de lozas conmemorativas, no lo va a hacer.
"No tenemos nada previsto para la venta pública. Nos ha faltado tiempo", declaró un portavoz.
Charles, el heredero directo de la corona británica, anunció el 10 de febrero que contraerá matrimonio con Camilla Parker Bowles el próximo 8 de abril.
Wedgwood, precisó el portavoz, sí ha previsto hacer un regalo a los recién casados.
Mientras, en Royal Doulton, la competencia, se preparan para fabricar una serie limitada de platos. Los detalles están por finalizar pero este tipo de series no suele ir más allá de 750 ejemplares, indicó una portavoz que pidió anonimato.
En cuanto a la Royal Collection, encargada de fabricar los objetos conmemorativos oficiales de la familia real, todavía no ha decidido cómo marcará el acontecimiento.
Tampoco ha hecho anuncio al respecto la oficina de correos oficial, que edita sellos en cada una de las grandes ocasiones reales.
La discreción inhabitual de estos grandes nombres podría favorecer los negocios de numerosos empresarios espontáneos, que han comprobado las reacciones del público en la página web de subastas eBay.
La demanda para sus productos parece subir con lentitud.
Una mujer que se identificaba como Claire ha tenido que rectificar lo que creía buena idea: vender camisetas con la efigie de la pareja principesca.
"Llevan diez días expuestas en eBay y no he vendido ninguna, ni siquiera una pregunta. Voy a acabar usando el prototipo de pijama y dejar correr todo esto", declaró.
Otras dos personas consultadas son de las que sueñan con la boda real.
Neil Burges asesgura que es sin duda el primero que puso en venta un recuerdo de la boda, menos de una hora después del anuncio. Su pegatina artesanal plateada lleva escrito en amarillo chillón "Charles and Camilla 8th April 2005" (Carlos y Camila, 8 de abril de 2005). La demanda fue alta al principio y luego ha bajado.
"Con el tiempo seguro que vuelve a subir, porque la gente se apasionará más y más con la boda", vaticina Burgess, soprendido a la par que encantado con el escaso número de competidores.
Jo Leapman también confía. Ha vendido 200 insignias e imanes de fabricación propia y espera resultados mucho mejores. "En Estados Unidos hay muchos coleccionistas de objetos reales", asegura esta madre de tres hijos.
