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Presidente boliviano oficializará su renuncia

El mandatario, que asumió hace un año y cinco meses identificó al líder y diputado cocalero Evo Morales, y al dirigente vecinal Abel Mamani como los responsables de un clima de incertidumbre en el país con el anuncio de paros y bloqueos.

07 de Marzo de 2005 | 05:04 | AP
LA PAZ.— El Presidente Carlos Mesa anunció el domingo en un mensaje televisado que el lunes presentará su renuncia ante el Congreso, y dijo que partidos y organizaciones sociales han decidido bloquear al país.

"El día de mañana (lunes) la presentaré (la renuncia) al presidente del Congreso, para que el Congreso lo defina. Yo quiero expresarle a usted que es ante la consideración suya que presento mi renuncia a la presidencia de Bolivia", dijo Mesa.

El mandatario, que asumió hace un año y cinco meses identificó al líder y diputado cocalero Evo Morales, y al dirigente vecinal Abel Mamani como los responsables de un clima de incertidumbre en el país con el anuncio de paros y bloqueos.

Mesa dejó así en manos del Congreso, cuyo presidente es el senador Hormando Vaca Díez, la aceptación o rechazo de la renuncia, pues no indicó en ningún momento que la dimisión era irrevocable.

Pero en caso de ser aceptada, Vaca Díez debería asumir la presidencia para completar el mandato constitucional iniciado en agosto de 2002 por Gonzalo Sánchez de Lozada, quien renunció en octubre del 2003 para ser sucedido por Mesa, y gobernar hasta agosto de 2007.

Los motivos de Mesa

En un discurso de 45 minutos, que había sido anunciado con poca anticipación, Mesa criticó duramente a Morales por haber anunciado el inicio de un bloqueo nacional de caminos exigiendo la aprobación de una nueva ley de hidrocarburos que incremente las regalías que pagan las transnacionales petroleras del 18 al 50%, así como la convocatoria de una asamblea constituyente "a su gusto".

Mesa señaló que aprobar la ley petrolera que exige Morales "es inviable" porque "la comunidad internacional está en contra", y señaló que tampoco podía hacerle "el juego" al aprobar la convocatoria a una asamblea constituyente según sus propios criterios.

El mandatario también acusó al dirigente de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto (Fejuve) Abel Mamani de tratar de obligar al gobierno a romper de inmediato contrato con la proveedora de agua potable de esa ciudad y de La Paz, la empresa Aguas del Illimani, controlada por la francesa Lyonnaise des Eaux, lo que acarrearía serios problemas para el país.

Mesa dijo que en lo inmediato el gobierno tendría que pagar 17 millones de dólares a organismos de crédito y podría perder un juicio de 50 millones de dólares que Aguas del Illimani habría amenazado con iniciarle.

Mamani encabeza desde el miércoles un paro general de actividades en El Alto, 12 kilómetros al oeste de La Paz, exigiendo la expulsión inmediata de Aguas del Illimani, y ha anunciado para el lunes un cabildo abierto para la definición de nuevas medidas de protesta, y una marcha masiva a La Paz para el martes, con la intención, incluso, de tomar el Congreso.

Mesa señaló que el bloqueo nacional de caminos propiciado por Morales y el paro encabezado por Mamanio dejarán al país "y especialmente a La Paz" sin alimentos ni combustibles hacia el jueves próximo, y que no está dispuesto a ordenar a las fuerzas armadas ni a la policía a despejar los cortes de ruta ni enfrentar a los bloqueadores.

Respuesta de Morales

Morales declaró inmediatamente después del discurso de Mesa que el anuncio de dimisión "es un chantaje, porque no ha renunciado irrevocablemente" y que se trata de una maniobra que para lograr la adhesión de la población, pues en su criterio el Congreso no aceptará la renuncia.

El dirigente, quien es la cabeza del Movimiento al Socialismo (MAS), el segundo con mayor representación en el Congreso acusó a Mesa de seguir los dictámenes de las empresas petroleras al no aceptar el incremento de las regalías hasta el 50%.

Señaló que los bloqueos, que ha instruido y que deben iniciarse el lunes, no serán suspendidos. De hecho, desde el lunes, seguidores del MAS mantienen cortadas rutas en Sucre y Potosí, en el sur del país.

Reacciones

Luego del discurso de Mesa, una muchedumbre se agolpó en las puertas del palacio de gobierno para pedirle al presidente que se mantenga en la primera magistratura, al grito de "Mesa es nuestro presidente".

Una mujer que llegó al palacio, con lágrimas en los ojos dijo a la prensa: "no queremos caer en manos de cocaleros, ni de rateros, ni de comunistas".

La decisión del Congreso sobre el futuro del presidente es incierta. Al final de la noche del domingo no se conocía la reacción oficial del los partidos. Morales señaló que el MAS tomaría una decisión el martes sobre si acepta o no la renuncia de Mesa.

Mesa, quien asumió la vicepresidencia en agosto de 2002 como independiente e inició su gobierno en octubre de 2003 en esa condición, ha logrado cohesionar un grupo de legisladores que lo apoyan y que pertenecen a distintos partidos tradicionales.

Informes de prensa señalan que quienes lo respaldan directamente son entre 35 y 50 congresistas, de un total de 157.

Partidos tradicionales como el Movimiento Nacionalista Revolucionario y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria han acompañado algunas medidas de Mesa, como su propuesta de, en vez de incrementar las regalías del 18 al 50%, mantenerlas en 18% y aplicar un impuesto del 32%.

El jueves, la posición de Mesa ganó por un voto en la Cámara de Diputados, donde la ley de hidrocarburos es tramitada desde diciembre. Pero el MAS exigió que se deje sin efecto esa sanción, pues supuestamente se cometieron irregularidades en la votación.

"A partir de las próximas horas podemos tener un país totalmente bloqueado, Sucre está totalmente aislada del resto del país. Es previsible que en tres o cuatro días las principales ciudades, pero especialmente La Paz, no tengan combustibles y no tengan abastecimiento de alimentos", dijo Mesa en su mensaje que pronunció en tono enérgico, por momentos de enfado.

En cuanto a los hidrocarburos señaló que "la ley que plantea Evo Morales es una ley inviable e imposible".

"Es una ley que la comunidad internacional no acepta, nos lo ha dicho Brasil, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, el Fondo Monetario, la Corporación Andina de Fomento, el conjunto de la Unión Europea. En el momento en que una sola empresa petrolera coloque en entredicho la ley del Congreso Estados Unidos puede dejar de ayudarnos, y la Unión Europea puede poner en una suerte de congeladora al apoyo a nuestro país", añadió.

Sostuvo que el problema sería grave para Bolivia pues "parte del sueldo de maestros, de trabajadores en salud, se paga con ayuda de la cooperación internacional".

"Yo no soy un títere, no he venido a gobernar Bolivia para hacer lo que un grupo corporativo a, b, c o d quiere que haga", señaló.

Indicó que esos grupos corporativos, en alusión a los seguidores de Morales y Mamani "estrangulan todos los días a los bolivianos". "Porque todos los días nos viven amenazando, este es el país de los ultimatums, es el país de los que se enrollan con dinamita".

"No voy a continuar con esa lógica, porque Bolivia no se puede gobernar con esa lógica", agregó.

Señaló que cuenta con el 60% de apoyo de la población, y que los nueve millones de bolivianos "quieren vivir en paz", a diferencia, supuestamente, de algunos dirigentes políticos y sindicales. Dijo también que desde su asunción debió resolver 820 conflictos sociales "en paz". "En estos meses he hecho todo lo mejor que a mi entender me han permitido hacer, he trabajado para construir una Bolivia mejor".

"Ese trabajo que responde a lo mejor que tengo ha llegado al límite de lo posible, por todas las razes que les he explicado", añadió.

A medianoche del domingo, Mesa, visiblemente emocionado, salió al balcón del palacio de gobierno ante el pedido de la multitud que se concentró frente a sus puertas y que colmó la plaza de armas de La Paz.

Los manifestantes le pedían que no renunciara, que se quedarían en vigilia toda la noche, al tiempo que le reclamaba "mano dura" con los supuestos desestabilizadores.

También en Cochabamba, la tercera ciudad más importante del país, manifestantes ocuparon la plaza principal para pedir a Mesa que no dimita.
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